martes, 10 de noviembre de 2009

--Cojonudo, salió un programa cojonudo --dijo, en el Sanabria Park, Marcelino, el oyente chavista. Contento estaba el hombre porque Campanilla lo había invitado, por fin, a su Nunca Jamás, y se hacía ilusiones con los futuros polvos dorados de la habitante de la tetera. Y el Alcorcón le plantaba cara al Real Madrid. Lo eliminaba, como agua sucia, de la eliminatoria de la Copa del Rey.
--Los ratones están ganando... Esto hay que pregúntarselo a Lizundia, si se romperá ahora el equilibrio mundial... --dijo.
Pero estoy poniendo el carro delante de los bueyes. La historia comenzó por la tarde, después de ver a mi navarrica en cinemascope y color de luxe, gracias a los nuevos paradigmas de la posmodernidad. Llevé una carretilla con basura a los contenedores sobre el puente del pueblo y a la vuelta comí unas lentejas que hizo mi padre y fui caminando a Santa Cruz. Me ahorré el euro de la guagua. Pasé por la oficina de Orange, pero allí había mucha gente y dejé para otro día arreglar lo de unos malditos mensajes-servicios que me están cobrando, no sé por qué. 20 euros para terminar el mes y esos hideputas cobrando mercancía que no quiero para nada. En fin, nueva carretera de San Andrés. Cuevas de mi infancia, dos lágrimas les debo; fábrica de cemento, Balneario (bella es la ruina, la música del acabamiento), Valleseco, Muelle Norte, Avenida de Anaga... Plaza de los Patos, casa de Marcelino, una cerveza, un café y el hombre arreglando los cristales de la puerta de la cocina. Buen marinero, buen mecánico, buen carpintero, buen filósofo, mejor narrador... y soltero. Comprendo que mi cuñado se aturda cada vez que piensa en Marcelino. Lo dejé con su laboro y emprendí viaje a la radio. Me fijé, por primera vez, en las construcciones lizundianas sobre el barranco Santos, sobre el puente Serrador. Me solidaricé con la estética, en el buen sentido, de mi amigo y compañero de La Puerta de la Sinagoga (terminología anghelical). De hecho, hoy fue el único que acudió. Ramón, mudo últimamente, está averiado como Cristiano Ronaldo. Juan Royo tenía problemas y no pudo ir. Anghel Morales estaba centrado en sus coplas y tampoco fue. Pero nos defendimos bien, según el oyente Marcelino.
En el posprograma, estuvimos un rato en el bar Santa Cruz José María y yo. Repasamos vida y milagros de parte de la hagiografía tinerfeña. En la tv del bar, el Real Madrid no marcaba ni convocando a los dioses de la jungla. En el descanso del partido, nos despedimos hasta el próximo martes, espero que esta vez con los otros interfectos, y con otro José María, el rubio de San Andrés, que quiere que lo ayude a promocionar su Cd de Chubasco en el Ghetto. Chubascaba amablemente sobre Santa Cruz. Llegué a Sanabria Park justo cuando comenzaba la segunda parte del partido.
--Que los ratones se coman el queso blanco augura en el orden mundial una época mejor... Fíjate que los del Alcorcón no llevan el nombre en la camiseta... es un detalle significativo, la metáfora del pobre... Paulino Rivero pidiendo por las calles, Florentino escondiéndose bajo la mesa del despacho... Hay que informar a Lizundia de todo esto, se está alterando el orden mundial... No es una cuestión de fútbol, sino de orden mundial... Es una revolución que los sinnombres ganen a los connombres... ¿Sabes lo que contaba Montaigne sobre el elefante y la vendedora de flores?... El elefante se acercaba todos los días al mercado y ponía su trompa en los pechos de la vendedora de flores... Benditos escépticos, benditos a los que señaló Seneca como disfrutadores de la vida...
--Bueno, viejo, paga tú esto que yo estoy rascado --dije, primero en las mesitas del parque y luego en los bares frente a la Sindical.
El Barça sí que no se dejaba sorprender. Resolvió el partido en el segundo tiempo. Por algo Guardiola es icono de las mujeres de España, en cambio Peligrini (?)...
Me despedí del oyente chavista y me fui pa San Andrés en el coche. Pasé por el Monterrey a echar la penúltima.
--Oye --preguntó Fernin--, ¿de quién es aquello de volverán las golondrinas a tus balcones?
Carmita, la hermana de Fernin, iba de un lado a otro, con un bolígrafo bamboleando sobre sus pechos. Me acordé de Montaigne.
--Ese bolígrafo se está llenando de magia --le dije a Carmita.
--Si algún día --dijo Carmita-- a mí me pasa algo, voy a firmar un papel para que a Jesús le den mis tetas.
--J. J. dijo: manos arriba, y le llenó de plomo la barriga --dijo Fernin.
--Oye, ¿tú conoces al Charasca, el constructor? --preguntó Pedro, el hombre que construyó el molino que está en el bar, debajo de la tele...
Y me despedí de todos ellos, y la noche era una hermosa noche de otoño sobre el pueblo.

1 comentario:

campanilla dijo...

De Lizundia, lizundiano,
de Anghel, anghelical,
con el Sr. Castellano,
¿qué sufijo debo usar?

Pues allí por S. Andrés
todo es tan ¿castellaniano?
y todos son como hermanos
cuando van al Monterrey

Desde el muellito al Castillo
por La Pandorga y La Tasca,
va recogiendo Jesús
reflexiones de la basca,

Así que bien se merece
que usemos el adjetivo
que delimita las lindes
que lo mantienen tan vivo.

Ayer no pude escuchar
el programa de mi amigo,
pero debió estar genial
según cuenta Marcelino.

Por la mañana he mirado
en el lizundiano blog
y según ya me enterado
Jose Mari ni calló.

Jesús cuenta en su relato
la derrota del Madrid,
todo el mundo lo celebra,
es para echarse a reir.

Estará contento el brujo
que hace vudú con Ronaldo,
al Madrid le está jodiendo
y él recogiendo un buen saldo.

Nos cuenta también que vio
así en vivo y en directo,
a su novia navarrica
a pesar de estar tan lejos.

Yo me alegro por Jesús
que estaba desanimado,
y ahora seguramente
un subidón le habrá dado.

Si me permiten ustedes
yo quisiera agradecer
a Laureano el detalle
que ha tenido a bien hacer

Me ha tildado de poeta,
ojalá que fuera cierto
sólo trato de poner
un poco de humor abierto.

De Lorenzo sabe bien,
que el humor es importante,
por eso tiene en su blog
de chistes una gran parte.

Bueno, y en la despedida
ya sabes uds. siempre
que los llevo a todos juntos
en mis polvos envolventes.