martes, 2 de febrero de 2010

Bar Castillo

Junto a la muralla fluye el barranco,
calla el castillo, un silencio roto
por la lluvia sobre las hojas muertas.
En el espacio pequeño del bar de la noche
un rebaño humano emborracha su alma,
cinco morenos y cuatro rubias
con ojos que no son joyas pero brillan
como el infierno, fluye el invierno
y rones y wiskis y cervezas en la barra
de mármol, como en el cementerio marino
de deshojadas tumbas que acaricia el viento
y duermen los aparejos del último barco

y arrecia la lluvia y la luna no es nada
detrás de la nube preñada de agua,
y el último pescador se emborracha
con farla y con bebida blanca
que pinta de olvido el negro corazón.

Ninguna mujer, con aires de ninfa,
lo aman, pero a sus hombros se arriman,
él tiene la pasta, sus bolsillos bastan
para que broten las risas, las palabras
falsas, y el barman de Añaza llena
de nuevo los vasos, y un moreno marroquí
pide un papelillo para llenarlo de costo,
no importan las cámaras, bailan las chicas
bailan las máquinas, pero esta noche
ninguna otorga un premio decente.

3 comentarios:

Anghel Morales García dijo...

Este jodido blog cada vez está peor, como no escriba Campanilla alguno de sus versos, esto desafina mas que las murgas, pero Jesús, tu siguelo intentando.
Ya tienes por ahí a Orlando, por lo que el pueblo de San Andrés recupera su identidad y su "riesgo".
Creo que debes arriesgar más en tus criticas, o se es u no se es, pero no se puede comer a todos los carrillos. Hay que mojarse.
Lo del MONUMENTO AL GODO sigue palante -no te enfades Campanilla-, hasta el gran columnista -y sin embargo amigo- Paco Pomares, en una entrevista al gran catadrático Manuel de Paz se ocupan del tema. No sólo tenemos la primera piedra sino varios escalones.
La tienes cogida con Don Pepito, pero es todo un personaje -un monumento para él-. Un hombre rico y de éxito, al que nada le falta, que haya puesto el mejor periódico de Canarias al servicio de la causa independentista es digno de agradecer. Comete sus errores. Más nadie es perfecto.
Si quieres que tu blog triunfe tienes que mejorar, este Anghel no va a estar siempre aquí para sacarte las castañas del fuego. Tienes que caminar con tu propia sabiduría no con la de los demás.
Si creen en Oltra había que traer refuerzos, pero sino había que echarlo. Hasta Royo lo entiende. Concepción es un totufo y nos devuelve a segunda, para este viaje no hacían falta alforjas. No sólo en la política hay rebeques, también en el deporte.

Jesús Castellano dijo...

Otro sueño (un poquito pesado).

Santa Cruz guardaba un barrio secreto, hecho de casas amplias, terreras, calles de callaos y paredes encaladas, con grandes patios y grandes e iluminados salones. En uno, de la casa principal del barrio secreto, vivía un pintor viejo que pitaba el movimiento, el moverse de las ramas de los árboles y el paso del tiempo en la historia de los hombres. Se llamaba don Pepito. Allí acudió Pedro, el independentista holgazán. Lo vimos entrar Marcelino el oyente y yo, y don Pepito lo recibió con honores. Sin embargo y no sé por qué, pasado el tiempo a pedro lo acusaron de un crimen.
--Yo puedo matar --se defendió Pedro airadamente--, y no puedo decir que no he matado, pero nunca me dignaré matar a una mierda como esa.
Pero llegó el carnaval y Pedro quedó libre y su cuerpo estaba tatuado de mujer, y trabajó en un puticlub, bajo los neones, y se ganaba la vida bien. Y el Santa Cruz secreto organizó una fiesta, y damas bobas y bigotudas eran las que nos salían al paso, a Marcelino el oyente y a mí, y al final pudimos salvarnos porque nos fuimos con una ninfas, tontas y gordas pero sin bigotes.
Tenías que haberlas visto, don Anghel, pero tú no estabas. No te perdiste gran cosa. Creo que decidimos casarnos con las ninfas tontas y gordas, para librarnos de las bigotudas, y decidimos pedirte unas coplas para el día de la ceremonia matrimonial. Creo que fuiste al puticlub, a inpirarte con la música ambiental y el número erótico de Pedro el tatuado. Mientras tanto, la identidad de San Andrés, Orlando el poeta, me pidió prestados 6o euros. ¿Qué hago? ¿Se los pido a la dama del coño negro?¿Se los pido a don Pepito? ¿Se los pido a Marcelino? ¿te los pido a ti?... Ay señor, a ver si Campanilla deja de sentirse vetada y nos resuelve el problema.

quico dijo...

buahhhhhhhhhh¡¡¡¡¡, que maravilla de poema, mejor que las cabrillas fritas que me comí el otro en el petón que estaban del diez, después como si fuera de peregrinaje a santuario de un culto aun por crear, los lugares literarios de Jesús Castellano me fui a echar un chupito de whyskie en el bar castillo. Lo mejor del pintor asesino son los poemas que tienes metidos alli, este es de quitarse el sombrero, sin vacilones, en serio, y si por lo que sea no te gustan los elogios, me da igual, si no lo escribo no me quedo tranquilo, y ese que dice que este blog cada vez esta peor de eso nada, saludos quico.