viernes, 11 de junio de 2010

Papa y otros menesteres

Hoy estoy más ilustrado que ayer. Gracias al vecino Lizundia me entero que el Papa es un sabio. Lo de Zapatero no me sorprende. Hay quien había comprobado (no recuerdo ahora quién es la autoridad esa) que un médico que domina cuatro reglas médicas es capaz de curar mejor y a más pacientes que un doctor médico con muchos saberes y pocos resultados. Pero ya se sabe, la ciencia avanza y ahora lo que ayer era cierto... En fin, supongo que ese médico del alma habrá aliviado las congojas del presidente arropado entre Obama y Angela Merkel, y ahora por el Papa de Roma.
--Chito --me dijo Domitila cuando salía por la puerta de casa--. Ayúdame a ir al banco... Ay, hijo, bastante te rastré yo por esas calles, que te vi nacer, así que ahora rástrame tu a mí.
Supongo que algo así habrá hecho el sumo pontífice. Rastrarlo bajo el sol hasta la sombra de la plaza.
--En aquel tiempo se oía un rongo rongo en el pueblo... Gracias, Chito.
Chito me llamaba hasta que llegué aquí, ahora con menos gente, sólo dos chicas de buen ver que no dan ninguna lata. Y abajo, los últimos rayos de sol se deslizan sobre el barranco y ya no se mueven las ramas de los laureles de india. Aquí me llamo Chitowski, en honor a Chinaski o Bukowski, como quieran. Otro sabio, y con una lengua más convincente.

Me avisan de la editorial, una carta que parece decir que me prepare porque me van a fusilar sin miramientos, pero que en realidad me dice que mande los datos (?) para firmar y recoger los ejemplares que me tocan de Llorad las damas, pero tendré que esperar al lunes. Hoy fue día de Icod.
Y ayer de Miguel Angel Díaz Palarea. El libro que me llevé para ir leyendo en la guagua, decayó y me defraudó. No es conveniente hablar de ciertas cosas hasta haber oído la misa completa.
Y otra vez el vecino, que dice que la presentación de su libro va a estar llena de independentistas. En algo tiene razón, por lo pornto son los idependentistas sus mejores lectores. Cada cual tiene lo que merece, y ahora, ahul, que ya es hora de cerrar el centro este del Ministerio de Agricultura y Pesca. Encomiable centro, y que no me oiga el diablo y el Papa nos ayude.

5 comentarios:

quico dijo...

Que viva el papa, que viva la virgen y todos los santos, la flor y la mierda se ha santificado, ha vuelto al redil del buen pastor, aleluya, una oveja descarriada que es acogida en el rebaño del dios, el vaticano forever. Jesús, Jesús Castellano el de San Andres, por si no tienes el enlace con el obispado, me he tomado la molestia de buscartelo y enviártelo con este comentario, me parece que puede ser una buena idea que lo tengas en los enlaces de tu página, si no te gusta la idea, pues nada, lo siento y amen.


.http://www.obispadodetenerife.es/MAIN/main.html

Jesús Castellano dijo...

Gracias,Quico... últimamente estoy pensando estudiar para cura católico... Espero que Hacienda tenga piedad cuando termine la carrera, osea, que recuerde la visita de ZP... en fin, peores ideas... empiezo a comprenderme a mi mismo cuando propongo abolir las ideas, no pensar.

quico dijo...

Espero que después de que te pongas la sotana, y viendo mirado me parece que te va a quedar bien, lleves con cristiana resignación las obligaciones del voto de castidad. Pero que buen cura nos va salir este Jesús, hasta el nombre le ayuda. Y te juro y te prometo, que aunque sea ateo gracias a dios como decía Buñuel, que estaré en tu primera misa y como me de la venada me confieso y me comulgo ¡ala!.
A el no le gustan las ideas, pero que buen predicador de las ideas de Cristo y del papa veo en este cura, jesús y maría.
Me veo como pastor protestante en prácticas en el Palmar de Troya a Ramón Hernández lo veo de monje budista voluntario en la West Bank a Laureano Lorenzo de chaman jefe de la libreria Agapea, me gusta mas el nombre con que la bautizaste, ¿quizás practicando un poco?, "melopea", gana mucho, y a el otro escritor de Los Cristianos de monje cartujo en la discoteca Coqueluche.
Que la paz sea con vosotros hermanos.

Jesús Castellano dijo...

Aclaración: el nombre Melopea se lo puso nuestro obispo... perdón, nuestro amigo José María Lizundia. A él se debe el feliz hallazgo.

quico dijo...

ah! vale, pues que se arraye un millo Lizundia.