lunes, 17 de enero de 2011

el día más triste

--Hoy mi padre lloró, Juanito... fue después de estar yo con Beba en La Estrella... sabes, allí tienen Amaro Pargo, hacía tiempo que no probaba ese ron... día de calima hoy, y no te cuento lo que comimos Marcelino y yo en El Puntero... No le di tiempo a mi hermana a reaccionar... "Tengo que hacerle la comida a mi marido"... la dejé bailando en la cocina, de la que se ocupa lo justo... su aficción es la limpieza... y el viejo esta noche se le saltaron las lágrimas... lo ves ahí tan flaquito... "No sé por qué se ha metido la plaga en esta casa, ¿qué mal hice yo?"... no, no se refería a lo que yo pensé, sino a que se estropeó la cocinilla, y encima lo de Icod... "Boberías", le dije, Juanito... y ahora, hace un momento, acaba de irse mi sobrino... vino de visita esporádica, con tres colegas de su gremio, a mostrarles su futura posesión... Tengo que releer el cuento de Isaac de Vega... donde las nubes pasan de largo y los buitres son los que reciben la fertilizante lluvia...
--Dicen los científicos que hoy es el día más triste del año... Entró por Fuerteventura y Lanzarote el polvo ese --oyó Juanito al padre del mago, al otro lado de la puerta del patio, en su habitación.
Comenzaba el chiquillo a desesperarse. Quería que el mago le contase el arte de amar y ya estaba cogiendo complejo de monaguillo, haciendo las veces de confesor en lugar del cura confesor.
--Es la vida, Juanito. Intuyo que pronto volverá a visitar el pueblo una beldad nibelunga. --Juanito abrió de par en par sus oídos, aún sin fosilizar--, y mañana, después de Icod, flete sorpresa en Tijuana.

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