jueves, 24 de febrero de 2011

mientras Juanito no regresa

--Yago es el auténtico héroe moderno. Hay que reivindicar a Yago. Frente a Otelo, que abusa de su poder, Yago ejerce el suyo: la inteligencia, y enreda la trama para buscar la perdición de quien lo ha ofendido. Un héroe antiguo hubiese blandido una daga y le hubiese cortado el cuello al moro. Pero esos héroes ya no existen, o como dijo el poeta de Las Palmas, están en cualquier parte. Lo mismo sucede con los santos y con los sabios. Están en cualquier parte. En Terefife II también están. Allí me veré si no tengo la cordura de cometer un crimen con la inteligencia de una mujer. Espero dejar preparadas mis cosas, todo en orden. Lo demás no es nada, ni oído ni sospechado.
Así hablaba el mago a los pájaros de la muralla al amanecer. Pararon un minujto el canto y luego siguieron cantando. Quien quiera cometer otro crimen, que lo cometa. Nada nuevo bajo el sol. Amor y muerte se dan la mano en la comedia del mundanal ruido. Los pájaros lo saben. Ellos también han sido víctimas de deplorables crímenes.
En fin, lo mío es prepararme para mañana. Comida en el Casino. Tal vez encuentre una clienta que me saque de aquí, a cualquier lugar lejos de aquí. En Tenerife también hay señoras con capacidad.
Leo Togas y letras. Interesantes los comentarios de sendos libros por parte de Manzano y Lizundia. Uno ilumina lo que es "el progre" y otro lo que significó el judío en Alemania antes del nazismo. A tener en cuenta. Y especialmente recomendable la colaboración de Manuel Suárez Suárez, sobre un héroe literario que hubiera podido haber nacido del ingenio de Rubem Fonseca. Seguiré leyendo. Después de betunar los zapatos. El alto Santa Cruz nos espera.

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