martes, 22 de marzo de 2011

después del sueño

Mio diario, hoy fue día de sueño profundo, inquietas pesadillas, desperté a las cinco de la tarde. Llama móvil Anghel, recibió las lunulas. Su labor de juez de paz, compruebo más tarde, destensa las sogas entre la tribu y el mago. Juanito yace escondido en el cuarto de Griselda, soñando ahora --oh proyecto de hombre-- con el cuarto de la institutriz. Yo acudo al programaso donde no se habla del Gólem, ni del holandés errante, ni de la Cábala. Judíos asimilados. Peor sería no judíos. Con un judío me puedo entender. Llego y allí un novelista de túneles. Cota 600 subterránea. Imagino el túnel por do Amaro Pargo accedía a la gracia milagrosa de la monja incorrupta. Gesto medieval en una Canarias que no conoció lo medieval europeo, sino la posterior inquisición, convocada por la lasciva Bobadilla. A sólo miel de palma, gofio y beletén, ajenos a culturas moras, semíticas y cristianas reunidas por el buen rey Alfonso X el Sabio. A nos, tocó sufrir la Inquisición, después de la última mujer medieval, la Bobadilla.

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