sábado, 28 de enero de 2012

esperando que se cansen los necios

Los viejos pederastas los prefieren nacidos despues de 1960. No sé cómo pueden decir en una tierra de mimosos, que sólo admiten polvos de talco, que si no naces a partir del año 6o no eres más que un viejo caduco. Esos cuarentones mercenarios que están aprovechando para no desaprovechar lo que han tirado a la papelera. Dentro de poco formarán la granja de escritores (y escritoras) gallináceos. Pondrán una obra todos los días. Cochinos lectores se encargarán de hacer una selección. La basurita más indigesta irá a parar a la colección prometida, donde el maná de la sobagienta critica no se hará esperar. Una metralleta es lo que necesitamos. Acabar con todas esas gallinas acurrucadas. Acabar con esos huevos podridos y ver quién realmente manda en este territorio. Por fortuna, en la casa donde ahora escribo sobre esta comedia cultural, alguien está leyendo Ensalada de canónigos, de un autor que por desgracia --merecía estar en otro Club-- publicará con en esa colección un libro que apuesto que la va a redimir de tanto huevon. Ojalá se acabé esto con Cucarachas con Chanel. Lo otro son ganas del Cuervo, que no sólo abandona la crítica con dos cojones sino que me dice:
--Tu no eres el jefe de la Academia Chitoski.
Claro que no. En esa Academia no hay jefe. Pero el que se me eche fuera del tiesto, castigado a comer en el water y a cagar en la cocina. Encantos burgueses.

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