martes, 3 de enero de 2012

un tiempo...

El dibujo de la portada de El pintor asesino está inspirado en Chachán (Sebastián Baute, paz descanse) la última vez que lo ví en San Andrés.
Vanidad de Vanidades fue el título que leí en la misa de despedida a mi mujer. El cura dijo que no era un texto apropiado. Es el texto apropiado, le dije. Desde entonces sé que hay un tiempo para todo bajo el sol. Un tiempo para que te tomen en broma y otro para que te tomen en serio.
Le doy las gracias a Eduardo García Rojas (El Escobillón blog) por su interés en el Libro del cuervo. En las influencias que él señala, faltó la primordial (Malcolm Lowry) y otras lecturas que también influyeron en esa novela.
Señala el amigo Eduardo algunas fallas, y tiene razón. Falta una frase en un capítulo. Una palabra en otro, y el capítulo final requería más atmósfera y cuidado, que no le puse.
Gracias a los que, a modo de buenos escuderos, acompañan ese libro: Lizundia y Ramallo.
Gracias a los que vayan el martes a La Mac a la presentación.
Cuando cuadre, pondré aquí la película de mi amigo Dr R (JRamallo) que hizo para promoción del libro.
Hay un tiempo para mostrarse (eso es lo que he hecho en estas páginas). Y un tiempo para esconders. SALUD.

2 comentarios:

Anghel Morales García dijo...

LA PRESENTACION ES EL JUEVES DIA 12 A LAS 18.30--- HASTA EN CON TU PROPIO LIBRO ESTAS EN CONTRA MIA... ¡ALA! ¡MKIERDA! LOS JUDIOS

Ramón Herar dijo...

La primera vez que vi esa portada, me pareció un pegote sin más. Y ahora, sin embargo, veo en el pegote a un alma en pena, guiado por un descabezado portando un candil. Si Freud acudiera a esta intrepretación, nada freudiana, me diría que el deseo sexual reprimido me impide ver al mago de la calle Castillo. Cuando la termine de leer te cuento. En fin, peor fue cuando vi que no podía sacar el bono deseado y el tranvía, que venía vacío, pasó de largo. Seguro que el siguiente vine a todo reventar, pensé. Y así fue.