domingo, 22 de abril de 2012

Viaje al Sur (III)

El Norte es el amor. Y mi médico dice que el amor no existe. Y el Sur es el negocio. Esto sí existe.

La autopista del Sur...

... Viajamos hasta Chío. Aquí vivieron entre los setenta y ochenta, Cristina y Paco padescanse. A Cristina hace mucho que no la veo. No sé si seguirá en la zona inglesa de La Orotava, cerca de los aforismos de Anoniman. Paco decidió irse de este mundo. Siempre me recibieron con los brazos abiertos. Ella era la maestra del pueblo. Paco había estudiado Derecho pero no ejerció. Hacía lámparas de macramé. Preciosas. Y unos pasteles integrales que nunca he probado otro igual. Cultivaba plantas de mirar la luna. La luna era más bella a través de las sus plantas en flor. Los eché de menos. Intenté recordar dónde estaría su casa. Ni modo.

De Chío pasamos a Tamaimo. Paramos en una casa con huertas cuidadas, y luego desandamos camino y paramos en Los Cristianos. Primero unas cañas con Berto Linares. Recordamos viejos episodios, y donde hay episodios hay gente. Carmelo Bencomo, Marcos Risco... y La Belga. La cineasta, antigua amiga de Berto, que hizo La isla donde se esconde La Edad de Oro. Una película que no pude ver entera cuando la estrenaron en el Cine Víctor. Ahora, en un anuncio en la tv, vi que la están poniendo de nuevo, pero no acerté a ver dónde ni en qué isla. Parte de la historia con la Belga, y otras historias, están en las páginas de Barandal Paraiso, el libro que Berto editó con Pepe Varos. A Pepe Varos me lo encuentro ahora en Línea líquida, la novela inédita de José María Lizundia. Quien también conoció a Pepe Varos, excelente editor en cuanto a la calidad y elegancia física del libro, fue Sit. Pero no hablamos de Pepe más tarde, cuando Berto se fue a coger la guagua para ir a trabajar, en Buzanada, y esperamos a Sit en la plaza de la iglesia, viendo pasar almas humanas y jugando a conocer el alma de la estampa. Como ayer noche con Marlene y Lindoslabios en la plaza del mercado, en Santa Cruz.

Sit nos llevó a almorzar. Arroz caldoso. (Esto me recuerda que Ramón me debe una invitación a arroz caldoso, pero no se la recuerdo porque a lo mejor me recuerda él lo que yo le debo...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señor Jesús, un honor, si usted quiere, que me lea o siga leyendo... adjunto mi nueva dirección que he cambiado con suma originalidad...

http://jugador-84.blogspot.com.es/