miércoles, 6 de febrero de 2013

Voces en el aire

--Una vez que un hombre aprende a ver, se halla solo en el mundo, sin nada más que desatino...
 --Ojo al parche..
--Cuando nuestro ojos ven, todo es tan igual que nada tiene gracia.
--Si yo fuera rico. Dice Nally que no sufras más y que te tires por el balcón...
--Dile que lo haré.
--... una preciosa chica. Espera al día 14. Su cumpleaños. ¿Reunimos para regalarle Euforia, su perfume preferido?
--Te ríes de mí, joven, pero no me importa. Ahora intenta también reírte de ti.

Coversación captada en el bar de Nally. Cuando esta mujer se vaya del local, yo también me iré. Estoy allí por ella. Habla como escribe Dr R (JRamallo). Ayer sugerí a Cuervo Herar y a Juan Royo, en el Polen, Tacoronte, reunir cinco euros cada uno para comprarle el perfume.
Juan se estuvo riendo un buen rato.
Pues nada. Ya veremos.

Tenía interés por oir a Krahe mañana. No lo conozco. Pero creo que no, Viejo. Hay que cuidar las pelas.
Y si luego no me gusta Krahe... mejor dejarlo.Quizá, no sé. Estoy desatinado. Y eso que ayer, después de media hora de pensar y pensar, di con el origen de la patología del celoso. Observé detenidamente a un ejemplar cercano de mi especie --yo también sufrí esa debilidad-- y entre él y yo tracé dos puntos de referencia que me ayudaron a situarme en una zona áurea del conocimiento. Doy la conclusión. El celoso tuvo en la infancia o adolescencia incontinencia urinaria. Se lo expliqué a Juan. No sé si lo convencí.

No hay comentarios: