... es suyo?

... que para qué quería yo el escrito de imbécil presuntuoso?
--Para limpiarme los bajos, porque no va a servir para otra cosa.
Denso se está poniendo el aire. Más polvo de plomo que oxígeno. Pesa en la cabeza, en el cuerpo.
Ahora don imbécil quiere demostrar que él sí tiene guardián de confianza que cuidará su jardín, que es suyo.
--Me quitaron --dice, en otro lugar, un ex teniente de alcalde-- porque no quise seguirles el juego de los mamoneos.
--Lo quitamos --responde el nuevo teniente alcalde-- porque cobraba más de lo que yo voy a cobrar.
--¿No sabían cuánto cobraba el otro? ¿No estaban conforme cuando le dieron el cargo?

alevántate, Rafael,
que todo hombre campero
se levanta al amanecer.

El aire se pone denso, pesado.
--Dentro de media hora llega don Claudio --dijo mi tía X--. Márchate. No quiero que te vea aquí cuando llegue.
Me fui. Volví cuando volvió a llamarme.
--No comprendo cómo puedes aguantar afrentas sin que te duela nada.
Me duele todo.
--Vete a jugar a la calle con tu amigo Pedrito --dijo mi tía X. Esta vez no sé si era por don Claudio o por don Telesforo.
Quedé con Sole por la mañana, y con Trini por la tarde.
--Iba con Carmina a Las Caletillas a jugar al tenis, hasta que se casó y ya no fue más --dijo Sole.
Se casó con una persona que se quedó atrapada en un muro de niebla a los siete años de edad.
--El Orinoco quería devorarme... En los lugares más insólitos encontrabas la casa de un campesino --dijo Trini.
Vimos una película de amorosas equivocaciones.
--Esto no lo digas en el blog.
No lo digo. Es domingo. Por la mañana apareció Cristian por casa. Hace pocos minutos, Roger por aquí. A veces creo que la niebla se disipa y salgo de aquella edad.
--No comprendo...
No, yo tampoco. Si fuesen sombras, pero no son sombras. Yo tampoco comprendo, pero a veces, Cristian por la mañana, o Sole, y Roger por la tarde, o Trini, me convencen de que es preferible alejarte del jardín de las plantas de los vampiros.