jueves, 12 de diciembre de 2013

--¿Tienes goteras en tu casa? --niño.
--Alguna hay.
--Anoche dejaste la puerta abierta --otro niño, este con patín.
Lord Vairon, cierro la puerta y camino calle arriba. Tengo que bajar a La Granja a pedir perdones a las oyentes. No hubo La Puerta el martes. El jefe Juan Royo asumió la alerta naranja y desarticuló la reunión. En realidad fue un día amarillo pero no vimos ni hablamos con Charlín, no hubo programa. La Naturaleza no quiso.
Mientros baja a la primera parada recuerdo que soy poeta. Me pagan por verso. Así que, poeta a tus poesías. Compongo ayudado por la brisa en los arbustos y la lluvia en el alto Barrio Nuevo.

Duermo solo los lunes
los martes y los miércoles,
los sábados y los domingos
tengo la misma suerte.
Nadie me anida su lecho
ni siquiera cualquier viernes.
Bella, si tú quisieras
darme cobijo este jueves
otros serían los versos
en esa noche de invierno.
Refúgianos de la tormenta,
tú que puedes, diosa Venus.

*
Belladurmiente del Bosque
despierta si estás dormida
porque el amor de tu vida
ni Nebrija lo conoce.

Caperucita curiosa
déjame con la abuelita
y márchate con el lobo
al río a tocar la pita.
*
 Otro día, si llega, toca medirlos. Algunos se pasan y otros se quedan cortos, me temo.

En fin. Ahora pensaba hablar de las personas del verbo en obras canarias de ficción narrativa, empezando por Marlou Diesel, de Marcelino Marichal. 
Hoy no hay guardianes sino guardianas en La Granja, gente que me deja estar si hay un ordenador libre. Pero se acaba de sentar un individuo en uno que quedaba libre y no sé si habrá alguien esperando. Otro día, tal vez hablo de las tres personas en... bueno, otro día..
Hoy quiero volver a ver el barranco por el puente Zurita. En los años 7o, fue de suicidas. Si Santa Cruz fuese mujer, en un rincón por encima del puente tendría el ombligo. Corre el barranco, es lo único cierto. Es grato verlo, oírlo y recordar. Tal vez rezar. 


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