jueves, 2 de enero de 2014

Variaciones sobre un poema de Petrarca


Voy pensando,
siento piedad
viendo que se acerca mi muerte.
Alas he pedido
con que del nido vuele
algún día
y que ello sea
desconcierto mío.
Un pensamiento
no entiendo,
el tiempo vuela,
arranca cimientos
al gozo.
Hallaré mejor escuela
fugitivo.
Mira que es bueno
a veces la demora.
La dulzura valiera
acordarme la manera
de su figura.
Ella esperando
al buen camino
que ves del cielo.
Mi fantasía
templa acá tristeza,
un mover de ojos, un hablar, un canto.
Viene otro pensamiento
con carga fatigosa
y en mi alma posa
hielo o lamento.
Mi niñez
va conmigo de contino,
un sepulcro, un camino
de muerto
que estoy lleno.
El tiempo huye;
mientras escribo, me olvido.
No ha sabido
mi barca entre peñas y zarzales
quitarme ya vergüenza
de este rostro mío
que en sueño frío
ve la muerte.
Veo lo que hago y no me engaña
la seguida senda,
y un severo desdén
siento al pecho venir.
Verse podría
a Dios
perdido.
Quien más fama procura
a voces
a mis oídos
no sienta mi acabar.
No sé qué espacio me haya dado el cielo.
Sufrí despiadada guerra
 contra mí mismo.
La vida
varía;
me veo tan llegado
al punto de partir
como el que pierde
el pasaje.
Mezquino me vuelvo,
no me absuelve
hacer pacto con la muerte.

*

El corazón frío
de miedo, helada nieve
sintiendo.
Sufriendo
busco consejo.
Dr R
¿qué escribo?

*
Mano que me aprietas
el corazón con mil nudos,
hilos agudos
esmeraron los planetas
Dedos que en llagas
soléis mostraros crudos,
quiero veros desnudos.
Robado guante,
aquel marfil cubriste.
Quién viera
quien del hurto me despoje.

*

Estos montes avivan
en fresco valle
las flores que dan
alivio a mi cadena.
El aire olvido
y por dar lumbre al pecho
pienso gustar tal dulzura.
Amor me conduce,
después me ciega.
En huir tardo.
Es menester escapar
pues cerca hielo soy
y lejos ardo.

*

Mudo rostro y pelo
y mi deseo no se olvida,
rama no cogida
no teme sol ni hielo.
Será seca la mar,
sin sol el cielo
y no pida sombra
esta mi llaga
que mal celo.
Mi daño no espero
que deshaga mi enemiga.
Será muerte
darme mejoría.

*

Amor, la gloria
a su ser se debe,
della llueve
la nieve
desta encina
que desea della ser hollada.
Su luz al cielo
alegra
cuando la aurora se avecina.

*

Lo que me destruye
es firme,
su color me enferma,
su fuego
yerma
mis entrañas.
La que está helada
deja en mi drama
fuego y llama.
Amor me aveza
y me despoja.
Canto sin dulzura
ni flor ni hoja.
Amor está sentado
sin antojos.
Poca maña usa
por que pudiese desfogarme.
Acá siento ocuparme
de mi parla
para quitarla
a ser rendida
sin remedio,
saber algún medio
de revolver mi lengua
que hablar no sabe,
y es callar tormento,
pena y mengua.
Porque mi lengua diga
lo que siento,
óyeme mis suspiros
si me has sido amiga.

1 comentario:

campanilla dijo...

Han quedado muy chulos. Me gustan mucho.