viernes, 14 de febrero de 2014

--Me voy a matar, soy el mejor escritor en lengua española por lo menos desde Cela, voy a ser el Mishima del siglo XXI...
Mi amigo fue siempre un poco aspirante a suicida. A lo mejor hay que darle la katana y que redima el oprobio, si es que alguien redime, porque ni CRisto, con todo su poder, redime a nadie. Los gestos valen, pero la megalomanía los invierte, convierte el diamante en carbón mojado. Se le perdona sin emabrgo. Él cambió muchas cosas en un género que se iba a pique por el camino que iba. 
Algo de esos cambios de mira, aunque no sea un libro maravilloso, como la lámpara de Aladino, tiene el que presentó el editor pero amigo Anghel Morales ayer en la MAC, en la casa Elder. Sexo y desengaño: son los dos palos de la cruz de San Andrés que sostienen el libro. Autora de Canaria (sin s final), isla de enfrente, de padre francés y madre de aquí: Coño, ¿cómo se llama esta mujer? ¿cuál es su...? Ah, ya me acuerdo: Albertine, Albertine Orleans. Pelirroja. Se desnuda en la pasión, inmaculada lectura. El desengaño es otro cantar. Que el caballero la dejase en la cuneta (según confesión de la autora en el acto), hay que leerlo con lupa. El caso me recuerda a la célebre monja portuguesa y sus cartas de amor a otro caballero, que se jactaba en París leyendo a los amigotes las íntimas cartas. El libro de Albertine es público, no es privado. No se si dará motivos al maromo para presumir de amante, aunque podría. Se ve que esta mujer tuvo un buen amante. 
Allí en la sala: Juan, Anghel, Domingo, Marrero y Castro, Graciliana, Alejandro y, junto con un inseguro servidor, otros poetas menores.
Marcelino llegó al final. Tuvo tiempo de filosofar con la pintora que hizo la portada y luego nos fuimos a donde hay Aldea. Hablamos de libros, para no variar. Ahora están sacando a la luz personajes de la época de la monja incorrupta de La Laguna. Leí en El Día (propagandista del político Sonrisa de Gioconda, es decir, culo de mancebo) que salió un nuevo libro sobre Juan Jesús el siervo de Dios, frayle icodense más devoto que feo. En la revista La Puerta, que nunca salió del número 0, publiqué un primer encuentro con un libro que contaba vida y milagros de este frayle. Fue una época de estancia en Santa Bárbara, Icod. Subía a la bibloteca y allí me entretenía leyendo el libro y resumiéndolo en un cuaderno. En el mismo número de esa revista, Marcelino publica una semblanza novedosa sobre la relación de Amaro Pargo y la monja de La Laguna. Recientemente, una escritora (se me van los nombres de la cabeza) publicó un nuevo libro sobre el corsario.
Historia pequeña de islas pequeñas. Como en todas partes. 
Con Marcelino subí luego hacia el Da Cannio, ganas de pizza él, de pasta yo, pero vimos a Pedro, encanto de hombre cuando no habla de política. Preguntó:
--¿Tú me entiendes? --y no nos dejó ir a la piza y las pastas.
Subimos con él al bar de la murga Lengua Trapo. Allí estaba Helen, comprometida. Y en el fuego una carne cabra que le mojaba a uno toda la boca, pero no logramos que la dueña de la barra se apiadase de nosotros.
*

ABRAZO FESTIVO HOY

en la sala de arte LOS LAVADEROS

exPOSICIÓN DE PINTURAS DE 

Neguyen Pham Thúy Huong 

esencia primitiva, aroma profundo

Distintos procesos y colores de un espíritu que se purifica y vuela, hoy, día de San Valentín... Lo que me recuerda que tengo guardado para Clara un beso de los muchos que me dio Luisa el otro día. Aunque de enamorado ya no me quedan ni los calcetines. Ninguna me regala calcetines. Qué dolor, qué dolor, qué pena.

La exposicion de Nguyen, a partir de las ocho de esta tarde, viernes 14 de Febrero. 


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