miércoles, 9 de julio de 2014

mestizao

No te olvido, nena;
te llevo en el corazón
cuando no salgo de noche
a buscar otra ocasión.

De las Coplas de Juan Cabrón es eso de arriba. Me están saliendo bien. Tal vez las pueda recitar en la calle de Los Sueños (nombre made in poeta Zerolo). Pero antes se las enseño a la camarera. Muy guapa, muy linda, muy afectuosa, y el sitio acogedor, y la clientela bien, oyendo al poeta Francisco Viña y al cantor Almeida.  a Este almeida le caigo bien --no me conoce-- y él a mí normal, su canto ha educado voz, menos relamido, menos pelo teñido del central brasileño que no jugó contra Alemania, fuerte partido. Ocho goles en el día ocho. Y uno que vale por cero. Ni el de la honra. En fútbol, el amarillo está resultando melodramático. Estoy que con un brasileño que vi en la tele de Ibrahim que decía Filipao vete pa Bilbao, o no sé si era pa Portugal. No tengo nada personal contra Filipao. No me gusta, eso es todo. Sí me gustó Francisco Viña. Es un poeta de la magua y la rabia del canario. Semos canarios, qué le vamos a hacer. Hay cosas peores en este mundo. Pero poetas nos redimen. En mis momentos de aprendizaje fue Venanceo, luego vinieron Machado (Antonio) y Bécquer, amén de la canción del pirata, que la odio, y me gustas cuando callas, que es una mentira; es más linda cuando habla, si no se enfada, si no se envenena, que entonces da igual que hable que no hable. Da igual. Los mismo da. Preferible dejarla con su jaqueca y ver el partido esta tarde. Argentina-Holanda. Messi no me cae mal pero me repatea. Di María si me cae bien, pero no juega. Y van Gaal, mi alterego. Mi olor profundo. Y el naranja, mi color preferido. La naranja, la fruta de la mañana, del amanecer. Sol de invierno. En fin, me gustó la otra noche el poeta Francisco Viña, y el hombre Francisco Viña. Rubén dijo de invitarme. Iré a ver qué me dice la camarera. Pero ahora el partido. Argentina seguramente juegue con fuerza, pero Holanda la va a estallar como una pita. Espero.  

No hay comentarios: