jueves, 3 de julio de 2014

Viva Alemania

--Francia va a combatir con tranquilidad, pasando la bola de una banda a otra, intentando frenar el ritmo de los alemanes.  Los alemanes van a responder con un juego como el Brasil de antes, con jugadas insólitas, una la del gol del triunfo.
Zajorinos hay por todas partes. Como el cálculo de probabilidades es limitado, alguna vez se acierta. La que no acertó fue una revista de manejos esotéricos. Preveía que España comenzaría a tener dificultades en cuartos de final. Al previsor quiero conocer, para no ir a visitarlo.
 El que habla arriba, en Ibrahim bar donde los partidos de por la noche los vemos en una televisión alemana, dice que gana Alemania, por un gol a cero, logrado de un modo marrullero, extraño, o gana por dos-uno con una fase de juego subterráneo, acuático...
No me entero de más.
Bajo por donde suelo a la ciudad. A la Rambla. Vera del barranco. En el sitio donde hay escombros, objetos tirados, luce un destrozado sillón que tendrían que ir a recogerlo los del Tea y exponerlo en... no sé dónde. Qué edificio más ingrato. Ya empieza a tener goteras y deterioros. No es tan criminal como el Calatrava, pero mejor... Bueno, alguna gracia tendrá. Claro que sí.
Y cierto animal, polar, sigue llamando su presencia en la editorial Zo.0. Sí, unos días con más ganas que otros, como es natural. Los biorritmos, todo eso que uno aprendió cuando era progre. Ahora soy retro. Retroactivo. Y que gane Alemania, el juego del pueblo frente al juego de los ciudadanos ilustrados.
Contradicción que gozo y sufro. Entrar en el Casino de los caballeros, exige ilustración. En ello estoy. Viva Alemania.

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