viernes, 30 de mayo de 2014

Sábado Siete de la Tarde en el Parque

Los dos de las fotos, el feo y el calvo, estaremos (es lo previsto) cerca de la bella, mañana a las siete de la tarde, en el García Sanabria, ofreciendo a la vista y manos curiosas ejemplares únicos de la Colección Animal.
Ni hoy es nuestro día, no somos suficientemente canallas ni pollabobas, ni esta Feria es nuestra Feria. Seremos, si lo somos, intrusos en el parque. En realidad, somos intrusos en muchos sitios. Uno más qué más da.
Pos eso. Si nos da la gana, ESTAREMOS este Sábado a las SIETE DE LA TARDE en la Feria de Santa Cruz.
 ¿Día mágico? Y una polla. Estamos en venta, eso es todo, o casi.

Por lo demás, a la señora anónima de las llamadas en Oculto ojalá se le estropee el móvil. A menos que sea, de las dos que sospecho, una que me interesa que me llame en abierto y mañana por la noche vaya a buscarme para dormir con ella. Si no, que me deje tranquilo. Hace tiempo que duermo solo, pobre de mi, y ya me acostumbré.
A todo se acostumbra uno.
*
Pepe, no te olvides. Mañana a las Siete.


Chica mala, puro fuego

MunChito

etc.

miércoles, 28 de mayo de 2014

día de Saturno



Arriba, arriba,
arriba iremos,
y en llegando 
descansaremos

oímos en la voz de Roberto Cabrera, Grupo Salvaje, memorable noche en la década de los setenta, boda de oboes con las estrellas, en la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife. Banderas tricolores. Hoy moscas verdes. Hoy la Posesión cerrada, ruina estatal. 
Paulino Rivero no se presentó a las elecciones, él no tiene la culpa. Nosotros tampoco. Ni JRamallo ni yo. Ya nadie es el único hombre en esta tierra de cobardes. Mi amigo y yo sólo somos un TIGRE y una SERPIENTE, arcano de LA JUSTICIA y arcano sin nombre. No tenemos patria. Pero tenemos una colección. Colección Animal. 
 El sábado en el Parque Sanabria, Dios mediante, ocuparemos un banco. Estamos abiertos a cualquier soborno, pasta blanca o negra no importa. El sábado, en la Feria del Libro, iniciamos un viaje al Oeste. En el Parque.
El otro día, en la maestría de Nguyen, pinté el parque. Nube Pasajera quiere comprar el cuadro. Somos animales.
Solo enseñamos, nada contra nadie. Ni contra nosotros mismos.
¿En el parque este sábado estaremos?  
Como faunos en la Feria de los dioses.

martes, 27 de mayo de 2014

Comienzo a apreciar la poesía vietnamita, gracias a Nguyen. 

*
Cayendo la noche, subo al barrio. Sorpresa. Alegre sorpresa. Nally ha vuelto de la República Dominicana. Nos alegramos de vernos. Me besa, la beso, me peina el pelo con los dedos... Le dedico este poema, realidades aparte:

Su mirar de fuego
me vence,
su piel de negra
es mi suerte.
No hagamos ruido,
que duerma la noche
sin lluvia ni viento.
Saludo a este mundo
que me dio mi madre
un día de invierno.
Mi linda amiga
pregunta si duermo.
No duermo, vida,
que estoy despierto.

*

Nube Pasajera me invita a comer. Pregunta que si quiero ir con ella este verano en un viaje romántico a orillas del Danubio. Le dedico estas coplas:

No sé dónde estaré
durante el verano,
sólo sé que es primavera
y huye el mes de mayo.

No sé dónde estaré
durante el invierno,
sólo sé que es verano
y huye como en un sueño.

Se va el mes de julio
y el otoño asoma,
no sé dónde mañana
estaré con mi sombra.

La noticia de un gato mutilado en un solar cambia el romanticismo por su amor a los animales. Quizá el único amor que podemos defender. Va a buscar el gato. El pobre es un animal que no se queja. Espero a las puertas del veterinario. Varias palomas refrescan su sed en una fuente. 

El viernes tampoco sé lo que haré con mi amigo... Si hay algo, habrá noticias. No de boda. Esa en otro lugar. Felicidades. 


viernes, 23 de mayo de 2014

El patio se puebla de retratos amigos. No estoy solo. 

Veo en un mirar
lo que dice el viento,
oigo en un hablar
lo que vale el tiempo,
entro en lo que fui
durante un sueño.

Retratos Y paisajes. Nuevas lucen iluminan lo que era agua oculta. 


Ayer me sucedió cosa curiosa en casa de Marcelino, mirando el cuadro Cristo crucificado en el burdel de la montaña. Uno que dije que tenía aires de Chagall. Hasta ahora he pensado que un cuadro no es sólo su nacimiento, sino su madurez. No es lo mismo un cuadro que no sepa envejecer que uno que sí. Lo que quiere morir hay que dejarlo morir. Estaba en contra de la restauración de obras maestras. Ahora no sé en contra de qué estoy. Supongo que de nada importante. Pero lo que está pasando con ese cuadro, si no fue el segundo copetín de Aldea, es que no envejece sino que rejuvenece. 

*
Me encantó Andrés Chaves en su charla en el Casino de los Caballeros. No le pregunté que reputación tienen actualmente las señoras del Casino, recordando la vez que un caballero llegó con dos mujeres de la vida y el portero, creo, le dijo que no podía entrar porque sus acompañantes eran señoras de mala reputación.
--Perdone --contestó aquel--. Estas señoras son putas. Las de mala reputación son las que están ahí dentro.

Hubiese sido de mal gusto hacer esa pregunta. Son cosas que un caballero debe averiguar por sí mismo. A lo mejor me hago caballero. El Casino me agrada. Tiene cuadros que valen la pena. 
Y Andrés Chaves, como un tenista que jugara contra sí mismo. Desdoblándose en dos mitades convergentes. Un artista de la palabra, por mucho que Juan Royo diga que no tanto. Tanto sí. Anima leer el periódico porque, hasta cuando escribe aburrido, alegra la columna de este hombre. De elegante y alegre vestir. No sé por qué odia que lo llamen gordito. No es gordo, pero gordito sí, un poco.

*
Hoy Francisco, un pintor argentino, inaugura a las seis de la tarde en la calle Obispo Redondo. La Laguna.
*
Primer capítulo del retrato de un poeta que bebe solo en el blog de JRamallo. Último capítulo, en un patio de La Maldad.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Es de noche, no tengo nada que pensar.
El barrio se despreocupa despoblado.
Del barranco no viene el susurro del viento.
Caen los rosados dátiles de la palmera.
Camino por la cuesta del grillo.
Los insectos huyen de la tristeza.
Al otro lado de una pared que llora
gime un animal, respondo con un silbido.
Cierro la ventana, no duermo, miro los colores
inmensos en la oscuridad del mundo.
Mi cabeza da una vuelta en la almohada.

*

El alcalde Bermúdez no se pilla las manos y pasa el asunto Martín, segundo de a bordo en el Ayuntamiento, al califa de Colocación Canalla, Partido Político con un belillo y un mago aspirantes a Bruselas, si las vallas publicitarias no engañan, que seguro que sí.  

--¿Todavía estás cojo, Jesús?  --oigo a Miguel cuando doblo la calle por arriba, y lo mismo  me dijo Pedro cuando subí la escalinatas de Ibrahim. Me había medio curado. Me receté amor. ¿Amor? No me joda. Bueno, en principio fue buen remedio. Ya se sabe, el amor hace caminar a los cojos. Pero me duró poco el remedio, se me acabó la droga, esa droga que llaman amor, con efectos placenteros pero engañosos. Me vi a mí mismo. En la edad del príncipe Genghis. Un cuento de Marie Yurcenar. El príncipe llega a una edad en que se le afloja el ánimo y se retira casi de monje a una casa aislada.  La única mujer que lo amó hace lo posible por estar a su lado. Primero se hace pasar por un muchacho, pero le dice al príncipe la verdad, que es una mujer, y el príncipe peor que Cañete, a patadas la largó de la casita. La pobre mujer se disfraza otra vez de no sé qué. El viejo príncipe la admite sin saber que es una mujer. La ceguera es la continuación de la impotencia (en el cuento). Ella esta vez ni mu. Vive a su lado siempre en el fingimiento. Hasta que al viejo le llega la hora de la blanca señora. Ella le insta a contarle la historia de sus amores. Él le cuenta que estuvo con esta, con aquella, con la de más allá. 
"¿No te acuerdas de la que te ponía perfume de sándalo entre los dedos de los pies?" 
No sé si se acordaba. Murió sin que los sepamos. Tampoco lo supo la mujer que lo había amado. Enloqueció de amargura (en el cuento). 
Este cuento fue la semilla del gigoló. Ayer noche vi casi el aroma que recorre esa novela. En un cuento de Riforfo. El primero del libro que Juan José y Ricardo trajeron de Las Palmas. El tema del muñeco lo he visto en la literatura en un cuento de un alemán. Ahora no me acuerdo el título ni el nombre del autor. Y también en la obra sobre la inquisición en Canarias, de Millares, cuando quemaban en estatua a los que huían de la hoguera. Hacían un muñeco, donde ponían el nombre del reo huido, y quemaban el machango como si fuese la persona. En el cuento de Riforfo, Ricardo le pone su autonombrete a un maniquí, creo, y lo lleva a un precipicio para arriscarlo... 
Otro día a ver si hablo más del cuento de Ricardo y de los otros del libro que llegó de Las Palmas cuando Chica mala, puro fuego.

LA PUERTA. El último programa. Buf, Esto hay que contarlo en verso. Otro día.

Con Ramón hoy en La Rambla. Encuentro con Pedro. Hablamos sobre el crimen de la lápida subterránea y de un libro sobre la importancia de la mierda en la vida de las ciudades y civilizaciones...  
Se me acabaron las palabras por hoy. Hace una tarde estupenda. 

lunes, 19 de mayo de 2014

dos versos y una prosa






A veces la copla imita
las voces de Venanceo,
a veces en espinelas
saltan los versos que meo
en bacinilla de viejo
donde me puso un amigo
que corro detrás de un coño
como galgo tras la liebre.
Las liebres sin son conejos
que saben andar caminos
el verso no las desprecia
sino que saben divino.
En los violetas del cielo
cómo se mueven altivos.

*

Las voces son fuentes sabias,
antigüedades profundas,
que mi corazón inundan
con su secreta canción.

Enfundo mi pensamiento
adentro del corazón
porque decir no debo
el nombre que allí guardó
una orden de silencio.
Por obligado deber
mi lengua suele decir
sólo las feas palabras
del oficio de mentir. 

*

Y ahora a ver si me dejan entrar en el Casino. Me disfrazo de caballero. Como no tengo tele no puedo ver al admirado (como escritor hasta ahora) Andrés Chaves. Ayer escribió en una crónica unos versos, de un amigo dél, que alimentaron mis ganas de oírlo. Hoy escribió que es el mejor de todos los que escriben en los periódicos. Lo sé.

sábado, 17 de mayo de 2014

¿Llaves?

Con salto certero y alto
llega a la sombra del vino,
maestría de sus manos
que navegan el pincel,
color del cielo divino
hoy, mañana y ayer.
Corrijo los desatinos
si me aprende una mujer. 


--Te persiguen las llaves...
¿?
Lo único que entiendo es que me enseña la contraportada de un libro, varias llaves secretas es la imagen. Prendida senda, se llama el libro. Pocas veces he puesto ese libro (de poemas, en la corriente del Silencio) en la bibliografía. Me recuerda lo que le pasa a Juan Royo con el caso Hollywwod. Lo escribí con otro tío, que quería tener alas de poeta pero sólo las tenía de mosca verde. Me di cuenta cuando el libro quedó editado. Yo era joven todavía. En las paredes colocaba los poemas. El otro los estropeaba. Yo los volvía a arreglar, el otro a estropear. Antier lo encontré, el libro, y lo puse en la fila de obras que esperan entrar en la Máquina de Fabricar Poemas. Coges un poema malo, o mediocre que es peor, lo metes en la máquina y por el otro orificio sale una hermosa y sensual poesía en estado elevado. La máquina no la inventé yo, pero le di forma. Estoy contento. Los resultados son uno de los cuatro afluentes que fluyen hacia la Colección Animal. Último título de esta colección: Chica mala, puro fuego. Nos la presentó a Juan José, Riforfo (que vinieron de Las Palmas) y a mí la otra noche su arquitecto, JRamallo. 
Fábrica en el polo opuesto de la de ese infame y prepotente (de quiero y no puedo) Auditorio. Ayer fui a verlo por dentro.
Juan Royo no quería ir solo a oir a la Sinfónica de Tenerife y fui con él. (Curiosamente, hubo dos piezas, de un músico noruego y otra de Bramhs que me elevaron a otra realidad, dicho ahora, que he vuelto a esta realidad.)

--El precio de la libertad es la soledad --dijo Juan cuando llegó.
Yo había llegado antes. Una chica intentaba en vano, en una de las entradas al edificio, vender cupones de la Cruz Roja a encopetados señores y variadas señoras. Nada. Ni un cupón. Yo tampoco le compré. 
Llegó Juan y entramos al recibidor. Dios nos libre de estar en ese recibidor más de media hora. Te aplasta la cabeza y las ideas. El tiempo suficiente de tomar una copa de cava y dos pinchos cada uno, uno de salmón y el otro no me acuerdo, antes de subir al recinto de las butacas y la orquesta. Desde lo alto, buenas vistas hacia el Palmetum y más allá y más arriba. Palmeras sobre la montaña de la mierda. Hablé del famoso crimen con Juan. La política asesinada. Ninguna muestra (en un principio) de arrepentimiento en la presunta asesina. El Moro del bar ... contó... Bueno. Asunto delicado, cuento que es mejor dejar en el garaje por ahora. Me acuerdo de lo que me dijo Victor Roncero una vez: "Eso puedes pensarlo pero no decirlo". El Moro es quien lo pensó, no yo. Pero yo no sé si la ley me permite contarlo. No lo sé.
"Aquí mataron a un bicho", escribieron sobre la pasarela del crimen. La pintada la borraron enseguida. Y un joven que largó por internet todo lo que quiso, se arrepintió ante el juez. Caso abierto. Permanezca atento a la pantalla. 
La verdad, contra los que despotrican contra la novela negra actual --yo entre ellos--, comprender los hilos de la política es leer Una travesía a través del infierno, de Javier Hernández.
Una enseñanza política que hay que leer, Y si no, no hables de política. Cállate, mamón.
A mí, egoista e insolidario, la única política que me interesa es Soraya Saenz de Santamaría. Una mujer bella, inteligente y pequeña. Es la única a la que he oído decir lo que es necesario decir.
Decir que la amo es poco. La adoro. 











miércoles, 14 de mayo de 2014



A ver por dónde empiezo yo hoy, ahora en la calle Salamanca. ¿Hablo de sentimientos o hablo de trabajo? Estamos en mayo, cuando los enamorados van a servir al amor, menos yo, que he dejado de creer en el amor y me he vuelto ballestero, matador de pajarillos. Como cuando niño en San Andrés. Cazábamos pájaros y nos los comíamos a la plancha, comelona en el barranco, acompañado del millo que birlábamos en la venta de Francisca, que tenía un saco en la puerta, a la entrada. Lagartos también cazábamos, pero no los comíamos. Una lástima. Si entonces me hubiese alimentado de lagartos en vez de pájaros, hoy sería un hombre de negocios rico y con poder, y no un pobre cantor. Así que al carajo el amor y hablaré de trabajos. Trabajos de Hércules.
Ya sé dónde renovar el DNI. Perdí un documento pero gané una obra de arte. Precio, podemos negociarlo. Mercado del tiempo, para evitar a Hacienda y sus temibles sobres negros, que no tiro a la basura sino que procuro cumplir, no por ser buen ciudadano sino porque ya me agobia esto de los sobres negros. Nube Pasajera me ayuda a solucionarlo. La invitaré, cuando pueda, una noche de luna a buscar un poema en Las Gaviotas. 
Mi amigo dice que lo alejo de Lunula. Equivocado que está si piensa eso. Hoy no hablaré de pintura sino de escritura. Mi amigo dijo hace algún tiempo, creo que a Víctor Alamo, que si alguien iba a hacer una novela grande en Canarias en este siglo, ese era yo. Ese sí que es un trabajo de Hércules. Pero sí escribo esa novela, y es posible que lo haga, es gracias a lo que he aprendido de mi amigo. En la escritura y en la animalidad de la vida. En todo caso, una obra tiene un destino ajeno al autor. 
Al autor sólo le corresponde ser listos y seguir mirando a los que son mejores que él.
Lo demás son sentimientos, cagadas de mosca.




martes, 13 de mayo de 2014

Sólo sé...

De pintura creo que necesito todavía cien mil lecciones, pero de pasar fotos de la cámara a esta página, con dos más son suficientes. Ya he recibido quince, pero necesitaba dos más. En fin, me dejaron solo y no pudo ser. No aprendí a tiempo. A ver quién me enseña ahora. Soy un pedigüeño, un necesitado, ¿qué puedo hacer?
Quería poner aquí fotos de los últimos cuadros, especialmente los retratos de mi amigo y mi amiga... y el paisaje comenzado ayer, que me quedé indocumentado, y terminado hoy. También hay uno del parque que me despierta otra vez el símbolo X, las esquinas como puntos de fuerza: en el Laberinto dos flores rojas, en el Jardín el viento bajo las nubes...
Por lo demás lo que necesito es un camino. Y una amiga que no me quiera comer no viene mal. Y un amigo tampoco. Pero lo que necesito de verdad es aprender. Aprender adónde hay que ir para renovar el DNI. Soy más torpe que Lepe. Pero ya sé. El espacio ya sé, el tiempo menos. 
Un día tuve una maestra que no me enseñó ortografía. En las redacciones yo escribía cosas que pasaban en el pueblo. Se enteraba de todo. Me convirtió en espía. Hasta que llegó un tiempo en que hubo que elegir a los alumnos quién representaba al colegio en el concurso de redacción, Quedamos finalistas mi amigo Enrique Bencomo y yo. Él sabía ortografía de sobra. Era el que más sabía escribir correcto de la clase.  Yo, entre los peores.
Me enfadé con Enrique, porque ganó él, y con la señorita de Literatura, porque no me enseñó ortografía. 
Tuve que cumplir más de veinte años para aprender, más o menos. 
Ahora no hay más ortografía que esto. 
Y dentro de poco la Radio.
¿De qué hablamos hoy? No sé. Yo no sé nada.  

lunes, 12 de mayo de 2014

Con Cecilia y con Sita





una noche de luna
perdí el alma,
no estaba en objetos perdidos;
un día de sol
murió mi corazón,
lo llevaron a enterrar
cuatro pulgas y una hormiga.
Ya no siento la lluvia
ni las olas del mar,
me enamoro de quien no me ama
y huyo de quien me quiere amar.
Ya no siento alegría
sino pesar.

viernes, 9 de mayo de 2014

mañana, día 10...




Bueno, creo que acerté con poner imágenes que tengo adictas al blog. Yo quería poner algunas de los cuadros actuales, escuela Nguyen. 

Se me dice que no se sabía mi interés por Mihura. No lo tenía porque no lo conocía. Ahora tengo todo el interés del mundo, y sí, voy a pillar pronto La mujer asesinadita. A mí me lleva a una época en que la Televisión Española ponía teatro español muy bueno y series de las novelas de Dostoieski y el teatro de Chejov...

Suena el móvil. La chica encargada, cabellos azabache, me mira con una mezcla de reprobación y picardía.
Llamada repentina de Nube Pasajera y sms (no tengo wasap) de don Tigre. Qué cosas. Cosas relacionadas con las imágenes que acabo de poner. 
Hago mías sus palabras: "Mi guerra es contra nadie. Mi único enemigo soy yo".

Y es curioso también, porque bajaba hoy por la avenida de Venezuela y me dije voy a escribir del enigma del invitado en las artes canarias. Empezando porque ayer no me invitaron a Zenet. Sí, me gusta Zenet. Tienen letras donde dialogan los cuatro palos de la baraja y un deje en la voz que recuerda a Copito de Nieve, venerado cantor.
¿Estará mañana Copito de Nieves con los animales? 
Esta vez sí estoy invitado. Mi alegría es inmensa. 


jueves, 8 de mayo de 2014


Y aunque yo por mi inorancia
con gran trabajo me explico,
cuando llego a abrir el pico,
téngalo por cosa cierta:
sale un verso y en la puerta
ya asoma el otro el hocico.

Martín Fierro
 

Es curioso como unas manos inocentes pueden ser amenazadoras. Me refiero a uno que está a mi izquierda, con el teclado del móvil. Me está poniendo nervioso. No es el gesto en sí. Cualquier gesto es odioso. Es la persona. Ganas de levantarme, salir a la calle, encender un cigarro y leer Martín Fierro, que acabo de pedir prestado a Lindasonrisa, una empleada de aquí, de La Granja. Cara de ratita sabia y ordenadamente pequeña, frasco de buen perfume... El godo (lo siento, era godo, pero de eso seguro que él no tiene la culpa) se acaba de levantar e ir. Voy a tener que seguir buen consejo y poner internet en casa. Bajar a La Granja es un motivo de paseo, pero ahora tengo otros motivos, otros jardines, otras selvas, otros abisnmos, otros laberintos.
 Y una tarotista dice que me mire la próstata. Sí, y que se mire ella el conejo. El sexo es importante, pero cuando llega el momento de parar, se enamora uno de la Virgen, como muchos trovadores provenzales, y solucionado el problema. El amor a la Virgen hace posible que el canto de amor sea aún verdadero. Amor platónico, el más duradero. Pero antes tengo que despedirme de la hombría. Un último polvo. Las señales indican que va a ser dentro de un armario.
En Tres sombreros de copa, Miguel Mihura coloca a dos espóradicos enamorados cobijando dentro de un armario. Y la otra obra interesante, pero bastante menos que la del español genial, leída en los últimos meses, la de Sasha Grey, aunque con menos gracia y encanto que Mihura, también relata un encuentro amoroso dentro de un armario. O sea, a preparar el armario. Me llevará su tiempo, no se apuren.

Hoy Sur hermoso y melancólico con Nube Pasajera. Cómo no recordar a Sita al pasar por Los Cristianos, cómo no recordar a Cruci al pasar por las Chafiras, cómo no recordar a Argelia... y a Quico, la última conversación que tuve con él en la fiesta de cumpleaños de Sita. Interesante. La aproveché en la novela El gigoló. Vuelvo a cogerla. Ahora que me ha surgido editor, es la que tengo ganas de meter en estampa y sacarla a la luz. Y Lunula creo que va a seguir, pero esta vez cargo yo el peso, voy a demostrar que peleo como Sombrita, aunque corro el riesgo de quedarme en Legrá. 
Los ejemplares únicos los he dejado de lleno. Mi espíritu está completamente inmerso en otro Sol que nace y que me llega de Vietnam. Amo Vietnam. 

Lo demás son escrituras en una pantalla. 
Acontecimientos cómicos, el del godo mártir, con añadido de nuevas investigaciones sobre la escritura en Canarias que es historia ejemplar. Cervantes la hubiese firmado. Ayer vi a Pepe Rivero Vivas en San Andrés. Me olvidé preguntarle si conocía la nueva obra. Quien pregunta obliga a mentir. No se lo pregunté.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Vaya, no puede uno adelantar el futuro ni media hora antes. No hubo prtograma. Juan Royo quedó secuestrado en su conexión con Hollywwod. Si cuaja su trabajo con el cine de altos vuelos (económicos), poco me parece lo vamos a ver por la tasca de la avenida 3 de Mayo. No sé si desear que fracase. El otro tripulante pierde fuelle y no llega. Lo llamo. Da una disculpa. Disculpado. Pero pude haber evitado bajar a la ciudad, quedarme en mi pueblo. Tenía la cabeza en blanco. Ensimismado por lo que guardo en mi corazón, pocas ganas de hacer el teatro que suelo en la radio. Mudos quedamos. Todos mudos. Así que me fui a La Laguna con Marcelino. Hablamos de la Tres sombreros de copa y de los personajes paralelos con otra boda en ciernes: El Notable Energúmeno (en la obra teatral: El Odioso Señor), El Tímido Pitagorín (en la obra: Dionisio), La Madre del Novio (en la obra, el padre de la novia)... Pobre Dionisio. Me falta leer el último acto. Creo que va a perder a Paula. Por bobo. Por casarse con una tonta a la que no tiene en el corazón. Así son las damas bobas. Esconden a quien vale la pena y van a comer con los papafritas. Algo tendrán, supongo. Todos tienen algo. El Odioso Señor mucho trigo en el campo (algo hay que tener en el campo), y El Notable Energúmeno muchos libros en su biblioteca (algo hay que tener en la biblioteca)... Pobres diablos que se creen lo que no son, y presumen. Prefiero al Cazador que pescaba conejos y el tolete no se los podía comer por... él decía que por falta de tiempo. Pero eso es una disculpa. Una de tantas.

martes, 6 de mayo de 2014

El canario cuando canta
antes rompe el alpiste
y tú me rompes el alma
con las cosas que me dices.

 
Luis, el sindicalista independentista cristiano de mi calle, pescó a la rata, por fin. 
--Era lista la cabrona.
--¡Cómo la cazaste?
Me cuenta las distintas clases de queso que empleó antes de dar con el apropiado. Le cercó el paso con pegamento. Luego le dio con un hierro en la cabeza y la rata quedó tiesa. No sufrió. 
--¿La enterraste en el jardín? El animal se lo merecía.
--Sí, con epitafio...
Esto me recuerda una idea de don Tigre. Poner los epitafios de la noche del Generador en la valla desocupada junto al Gran Canal. No sé yo. Mucho mono al acecho en la zona. Por donde hoy bajaba un viento que se entregaba a las aldelfas como yo a la lectura de Tres sombreros de copa
Este país no merece escritores como Ramallo ni pintores como Nguyen. Somos una tierra de batatas donde los margullos de la mediocridad te mean encima y te dicen que está lloviendo. En fin. Yo a lo mío. A fijarme en los colores del bar de Ibrahím. Ahora tengo idea de por dónde van las luces y las sombras, pero la esclavitud del color pide la realidad. Crisis con el color. 
Tal vez fruto de los cuadros, tristeza de jazmín, Andrógino conversando con un espíritu y Niña niño caminando hacia el vacío, que unen la época anterior con la actual, en la maestría de Nguyen, cuadros de pequeño formato, con temas antiguos pero con un tratamiento que asimila, más o menos torpemente, la nuevas enseñanzas.

Es curioso que el telón de fondo de Tres sombreros de copa sea una boda, en consonancia con... bueno, me callo. Cállate, Chitón. También hay que saber callar.
De duelos y bodas hablaremos esta tarde en La Puerta (Radio Unión Tenerife).