jueves, 23 de abril de 2015

continuación

... nombré Cucarachas con Chanel y nombré Fetasa, familiarizadas con Mejor cuando improvisas. Primero el genio. ¿Por dónde se coló el genio en las tres novelas? El sitio está es que las tres son esencialmente --y formalmente-- tres cuentos de hadas. El cuento de hadas mueve el estilo, sobrio, sencillo, conmovedor. Y en las tres está el vitalismo como solución, como moral de la vida. En los tres, en un mundo de ogros, madrastras y brujas, los personajes deciden la vida, la apuesta por vivir a pesar del Destino, el Obstáculo y la Trampa. 
Ya terminé de leer la novela de Juan Royo. Ahora anuncia un nuevo título. Carnaval amargo. He pensado sobre Ramón (Fetasa), Gabriel (Cucarachas con Chanel) y el abogado enamorado (Mejor cuando improvisas), pero oyendo a la venezolana del cíber, mi cabeza se desconcentra. Lo que sí puedo es copiar unas coplas fabricadas anoche como notas después de una lectura.



Amigo, después de cobijar
no te hagas el caballero,
dale sin pudor dinero
y la vuelves a jallar.

Amigo, aprende a bailar,
no basta con la música
si quieres tener rústica
bella alivia tu soledad.

Mas la suerte te acompaña;
calabazas te dio Amor
por no tenerla en valor;
es misteriosa y calla

pequeña como una flor.
Con ese su mismo silencio
dice verdad y te engaña,
mas la suerte te acompaña.

Ceniciento, has despertado.
Mira por dónde el huevo
roto del Calatrava
te ha parido sabio y nuevo.

Ahora son tres las que bailan
en la noche del jolgorio.
Aunque no digas tu nombre,
tu nombre es don Juan Tenorio

con doña Inés un portento
de boliviana belleza.
--Tenorio, no me atendiste.
--Don Juan, vete con esas.

Esas son tres esta noche.
Mañana será Concepción,
mañana será el horror.
Vete a buscar el coche.

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