jueves, 9 de abril de 2015

un poema de Alberto Linares y otros comentarios

Acaba de comenzar oficialmente otra estación
El verano indio de Bruselas, por ejemplo
Lo mejor, el efecto
Estar convencido de estar escribiendo con palabras de otro
Lo normal, echarle la culpa al mundo de lo que no te conviene
Lo corriente, que no es lo mismo que lo normal
Que te despierten las tórtolas africanas
En las farolas del barrio

El nuevo día se estrena con una nueva versión de compasión por el débil
¡Uuhh uuhh!
Los pájaros han sido siempre los que te advierten de la siguiente emboscada
Y hay sitios donde la gente se malacostumbró
a esperar por los héroes a pie de puerta y luego se quejan
de que todo parezca un trabajito que alguien te encarga para que otros se diviertan

Y no es así

A veces se habla de que frente a los temporales
ni todo llega como un soplo
Ni hay por qué divertir a nadie

Todo animal tiene un soplido secreto, diría, si me animo
Pero creo que este instante
lo más sensato
sería decir: se acabó el verano indio y también el poema

¡Fuego a la poesía, que ya murió hace tanto tiempo!


  Berto es un funabulista de la escritura. Su cuerda tiene un cabo atado a la poesía hermética y el otro a la prosa airada. Es un viento dentro de un laberinto. Yo lo escucho porque en su voz hay algo mesiánico. Algo a lo que hay que prestar oído con atención casi cabalística.

Ayer me llegó el poema. Me lo mandó el autor mi amigo Berto desde Los Cristianos. Y desde Navarra, un cuadro que quería ver cómo había quedado, por lo menos en foto. Regalo un cuadro y ni siquiera conservo una foto. No merezco ser militante del Partido. En fin, el cuadro está en la página de fc. Se puede ver. Fue el primero que hice en el aprendizaje con Mi Maestra. La única maestra de pintura que he tenido, y sigo teniendo con el alma. He dicho. Y sigo diciendo, en el curso de pintura hubo logros más meritorios. De vuelo de mirlo como El bar de Ibrahím (colección Juan Royo, con marco dorado --no tengo foto--), Plaza Weyler, La Luna de N... y los retratos. Hoy iba a bajarle a Alejandro el que le hicimos, pero está sin firmar. Otro día.

Hoy poesía, en Librería del Cabildo, y mañana en Cafésiete (Cota 600) más poesía. Berto quiere prenderle fuego. Si la novia Poesía se va con otro, como la novia de Ronaldo que lo dejó dos meses sin marcar un gol, déjala que se vaya. Si la quieres de verdad, le deseas que el otro sea mejor que tú, y si no la quieres, olvídala, a menos que estés enamorado. Como Berto. Debían prohibir el amor, como el tabaco. Pero ya otro poeta, americano, advirtió

El peso del mundo es amor.
Obsesionado con ángeles
o demonios, no se vive
sino con sueños de amor.



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