domingo, 31 de mayo de 2015

Mi padre y otras apariciones

No sé por qué mi padre se le apareció vestido de nazareno a Esperanza Aguirre. Yo soy más de Carmona, que la conozco poco pero parece más sobria, menos estridente. Carmona me sugiere la santa figura de Teresa de Jesús (a quien ganas tengo de leer a fondo), y Aguirre a la cólera de Dios, la magnífica novela de Sénder. En fin, aquí Tavío en el aire. Y Abreu el de La Laguna que él no se acuesta con Coalición Canaria, él tiene personalidad y las cosas se hacen como deben hacerse. Esa era una reiteración de mi padre:
--Chito, haz las cosas como deben hacerse.
Nunca lo logré, pero no por no intentarlo. 
El caso es que Aguirre vio a mi padre a los pies de la cama, y el hombre le pidió disculpas (no sé por qué; que yo sepa, mi padre fue siempre fiel al PP) y le vaticinó poco tiempo de romance con el poder. Ya podía haberle dicho el número de la lotería o una primitiva o algo así. Mi padre me decía, no sé si en broma o en serio, que mi herencia sería saber un número premiado. Todavía estoy esperando. Si llega antes del invierno, mis planes son ir a pasarlo a Lanzarote. Motivos sentimentales y de salud.
Hablando de salud, hay libros saludables y otros enfermizos. La novela de Damián H. Estévez me la dejó Juan porque la olió y le dio mal olor. Y la verdad es que hay mal olor en la novela. Mal olor narrado. El personaje maloliente del cajero se encuentrra después en una plaza pública con tres subnormales, "górgolos". La historia del maloliente la tomo como una alegoría del profesorado, y todo lo que ocurre como metáfora de vida en las aulas. Ya veremos. Por ahora, me atre más el otro personaje, un profesor, que se baña todos los días aunque está tan averiado como yo. Sufre cojera. Y es un gran observador de cuadros. Observación magnífica la que hace de un cuadro, que está en La Palma (en la novela, en la imaginada isla de Lotavia, otra copia, la original), un cuadro donde aparecen San Miguel (de La Palma) y condenados demonios. Aparentemente condenados. En realidad, son los que van a triunfar. Esta verdad es visible en el cuadro de Lotavia. Y disimulada en el cuadro de La Palma. Me desopierta un gran interés. La novela puede ser plomo, con vetas de metales más elevado, pero un plomo útil, y bien narrado. Veremos. Me quedan muchas páginas por recorrer. Me queda un mundo.
Y viajar al Puerto el día 12. JRamallo, en una sala cerca de Punta Brava, con una construcción que conozco, en una exposición colectiva. También tenemos entre manos teatro del día 20, pero eso es más tarde, si no me equivoco.
El resto. El Tenerife ganó. 
Viva el Betis. 
*
--Como no mandes a paseo a la dama de violeta, te expulso del partido --me advierte la secretaria.
¿Qué hago?

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