domingo, 5 de julio de 2015

Dedicado, secretamente

Violeta suda azul,
amarillo suda verde,
Madrid sea tierra prometida,
sus pasos acertados.
Mi existencia, aparte
de cuentos de ficción
es violeta, amarillo,
azul, un extraño
sortilegio gris.
Madrid sea tierra prometida.
Si te pierdes, dímelo.
Te iré a buscar
sobre una hoja de laurel.
Vuelve y cuéntame.
Entonces seré fuerte.
Ahora hago vida monacal.
No por agrado, pero rezo
y por la noches
oigo salmos en una emisora
de radio religiosa,
y puntos cubanos
que me recuerdan
tiempos mejores.

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