jueves, 24 de septiembre de 2015

líneas de rigor

Cinco Líneas. Diez Líneas. Me las piden de New York. Tengo que contestar. Mañana contesto oficial. Hoy hago amagos, como dice Salomón. Me puse a pintar porque soñé con cuadros míos que, por supuesto, yo nunca había pintado. De escolar intenté un dibujo coloreado de una farola, por motivo de la navidad. Tres días pintando la farola. Tres días dejándola como estaba la de la postal, que era la que copiaba. Doña Elvira, la profesora preingreso al bachillerato, vio la farola, dijo esto qué es, con desdén, y la tiró pa un lado. Se me apagó la pasión de pintar más nada. Hasta que la fiebre del mediodía, eso que dicen los franceses, me dio por despertar este arte. Ahora estoy con un cuadtro que se llama El beso real. También, el motivo principal, está sacado de una foto. Pero dibujado con caligrafía propia. Esto no es una pipa, tituló su cuadro con una pipa aquel pintor galo. Digamos que en el cuadro no está ni Letizia ni Felipe de Borbón. Pero supongamos que sí están. Porque si no se da ese supuesto, ninguna gracia tiene el cuadro. Pa eso pinta uno locuras abstractas, donde no hay nada y lo hay todo. En este mi cuadro, que tengo al lado del del pintor flamenco (tengo que investigar quién es), hay malos cálculos que ya están aposentados y la única solución es acertar con el color y el tono en cada zona. Nguyen habla de las medidas exactas que debe cuadrar el pintor antes de destapar el tubo y ponerse a con el lienzo. Ya que ahora no cobijo de verdad, cobijo con la reina en la imaginación. No otra cosa es la pintura. Sí, conocimiento y poesía, pero eso se da por supuesto. Un maestro como yo está ya por encima de la poesía y el conocimiento. Dios es poderoso. El es el Maestro. 
Viejo, mañana las líneas de rigor,

No hay comentarios: