Y Jordi está triste, qué tendrá Jordi que no fue a la fiesta ni trajo cerezas ni entró en ese cuadro que empezó la ciencia de un diestro cuñado, y arrancó hacia el cielo donde el yo es borrado, donde están Hosmán, y Alejandra y María y la etérea armonía de Catulo en Gonzalo. Qué tendrá Jordi que no trajo cerezas a don Juan Cabrón. ¿Tendrá mal de amor o es el mal de la bolsa? Canta, Jordi, la copla y quitate del dolor.
Me encontré con Tacoronte en el kiosco de Grijalbo yo que nací con un nardo y él que nació en el monte donde pacen los bisontes de las artes de Talía. Le pregunté por quién brilla como el sol en la mañana en las montañas de Anaga, en el cielo maravilla.
Está la bella enfadada porque no encuentra el laurel de la torre de babel que la tiene aprisionada. En el mundo de las hadas yo soy el ogro maldito, cada vez que nombra a Chito su lengua de las mil rosas me pone de cualquier cosa, de todo menos bonito.
Hasta en el cielo la boca quiere dejarme su sello con los estampidos bellos que destrozan a la roca como quien tira una copa al fondo de las estrellas. Cómo golpea la bella a este ogrito del cuento. Pido que cambie el viento y la avispa se vuelva abeja.
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Y Jordi está triste,
qué tendrá Jordi
que no fue a la fiesta
ni trajo cerezas
ni entró en ese cuadro
que empezó la ciencia
de un diestro cuñado,
y arrancó hacia el cielo
donde el yo es borrado,
donde están Hosmán,
y Alejandra y María
y la etérea armonía
de Catulo en Gonzalo.
Qué tendrá Jordi
que no trajo cerezas
a don Juan Cabrón.
¿Tendrá mal de amor
o es el mal de la bolsa?
Canta, Jordi, la copla
y quitate del dolor.
Pepe&Chito
Me encontré con Tacoronte
en el kiosco de Grijalbo
yo que nací con un nardo
y él que nació en el monte
donde pacen los bisontes
de las artes de Talía.
Le pregunté por quién brilla
como el sol en la mañana
en las montañas de Anaga,
en el cielo maravilla.
Está la bella enfadada
porque no encuentra el laurel
de la torre de babel
que la tiene aprisionada.
En el mundo de las hadas
yo soy el ogro maldito,
cada vez que nombra a Chito
su lengua de las mil rosas
me pone de cualquier cosa,
de todo menos bonito.
Hasta en el cielo la boca
quiere dejarme su sello
con los estampidos bellos
que destrozan a la roca
como quien tira una copa
al fondo de las estrellas.
Cómo golpea la bella
a este ogrito del cuento.
Pido que cambie el viento
y la avispa se vuelva abeja.
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