viernes, 14 de julio de 2017

en la plazoleta

Suelo ir a San Andrés.

Desde que soy sabio y santo, miro lo que me rodea olvidado de mi peculiar mediocridad.
En la plaza, cuando salgo de la farmacia, encuentro a Chani en el bar de la esquina. Lo imagino de sacerdote, dando un discurso todos los domingos en la misa, contando en la sacristía con el monaguillo las perras del cesto de las perras y poniendo penitencias a las feligresas que todavía, supongo, creen en el sacramento de la confesión. Uno ve en los demás lo que no quiere ver en sí mismo (perogrullo).

Luego en la plazoleta reflexiono sobre el amor y el deseo. Los niños juegan, el kiosquero no pierde oportunidad de decir algo gracioso, algunos vecinos se reparten por los bancos y a la envenenadora del flamboyán no se le ve el pelo. Esta mujer no me es indiferente. Me inspiró un personaje de la novelita. El puto, en un momento delicado de su existencia, considera, mirando la casa no poco deseable de la señora, conquistar a la dueña de la casa.

Viendo el panorama apacible de la plazoleta se me ocurre un cuadro. Una dama apacible pasea por un puente, no con un perrito sino con una rata, bajo una lluvia (orbayo) azul turquesa. Pienso el cuadro pero no lo voy a pintar.
Pienso en el amor y el deseo. El amor es capítulo aparte. El deseo, no unido al amor sino en estado puro, mantiene la vida en movimiento. La ausencia de deseo conduce a la apatía. Los budistas dicen que al nirvana, todo lo contrario de la apatía. Pero cómo y dónde está el camino de Buda, yo no lo sé.

Ay, Pepe. ¿Focalizarlo en otro lugar, en otro olor, en otra luz?... No sé, puede que llegue a La Maldad un ovni y los marcianos me lleven a dar una vuelta por los planetas...

Me temo que en todos los astros
oiré el manatial...

Viejo, puede que sea este el tiempo de transformar uno de nuestros lemas de batalla. El que supongo que aún sigue en el mirador de los artistas:

Aceptarlo todo
Confiar en nada

y poner

No aceptar nada
Confiar en todo.

pIÉNSALO.

Lo d Arafo me deja con pena. Ay si hubiese sido el rancho de Jabalí... Todos amigos. Si uno desfallece no importa.

bUEN DÍA, vIEJO. cON CONFIANZA...

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