lunes, 10 de julio de 2017

panorama

Pepe

pasan los días y nada, no hay modo de saber el camino. Pero caminamos. Hoy en San Andrés estuve un rato con Chani. Buen amigo. Ahora le ha dado por decir maricona a todo el mundo. San Andrés, pueblo de nombretes, ya lo empiezan a llamar con ese mote.
También vi a Pepe, que venía de la playa. Se parece con Goya, tú ya sabes. Le empieza a fallar una pierna pero lo soluciona nadando.

--Yo tengo una obra de teatro que dice bienvenidos y no bienvenidos. No dice malvenidos. ¿Te das cuenta de la sutileza, Jesús?

El pueblo, visto desde la entrada, tiene una vista pictórica. A ver si pillo un lienzo manejable y me pongo allí a tomar apuntes a lápiz. El carboncillo si no hay fijador, es un desastre. Haces algo figurativo y cuando llegas a casa, se ha convertido en abstracto.
Como nadie me trae lienzos, estoy pintando sobre cuadros viejos. El que te gustó a ti el otro día, el que está en el patio, lo cubrí con colores primarios. Quedó más luminoso. Y otro que parecía un aquelarre, ahora parece una merienda campestre entre gente que se encuentra. No sé, ya lo verás.
Otro que nació de un apunte en la plaza del Príncipe, lo cubrí con violeta claro y ganó, parece que tiene espacio, si lo miras con buenos ojos. Porque la perspectiva es un desastre. La mesa, que se supone que está bien puesta, parece que está volcada, en vertical.
El cuadro de la rosa azul puede que tenga algo de magia. Han sucedido cosas en torno a ese cuadro. Si te acuerdas, tráele azul turquesa. Me dijo que te lo recordara.

Sigo revisando la nívola. Voy a llamarla así, como el desterrado en Fuerteventura. El personaje principal es más bobo que yo. Se parece a mí en que le da por pensar y reflexionar. Pero todo lo que reflexiona y piensa es lastre. Puede que le borre todos los pensamientos. Con lo que hace o deja de hacer ya es suficiente para demostrar que le falta un agua. Por lo demás, hay por lo menos cuarenta personajes femeninos. Esto puede ser lógico, un puto con cierto valor suele conocer muchas mujeres. Pero la lógica de una novela no es la lógica de la vida. La multitud debe estar representada por lo más cuatro personajes. Otro fallo de la novela son dos historias que no acaban de casarse. Una es ficción. El narrador dice haber escrito El túnel (de Sábato), autobiografía, y habla en consecuencia. La otra historia está inspirada en la realidad. Un hombre que comete un crimen, en el caso del túnel, no vive más o menos alegremente una aventura posterior. En fin, algún enlace habrá. A ver si lo encuentro.

Más cosa quería contarte, pero no quiero entrar en dilemas emocionales.

Todo se andará.

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