sábado, 29 de diciembre de 2018

--No existe quién tenga una ignorancia más grande que la tuya. Ven pacá que quiero tenerte delante para decirte la verdad.
Seis viejos en unos bancos de la rambla discutiendo de política, uno a otro; los demás, oyendo.

"Esta es una ciudad de locos, viejos y muertos", me dijo ayer...

Hoy no es ayer. Hoy es sol de invierno solamente.

Hilario el Talento, más tarde, me cuenta las facilidades que está teniendo su hija mayor en La Palma gracias a los amigos que él dejó allí. Jugó dos años en el Mensajero.

He leído, de amigos, dos escenas en el parque La Granja. Uno describe la vida allí dentro en la hora que va con el perro. Media mañana. La otra, un encuentro a medianoche con un escritor humorista español de los tiempos de La Codorniz.

Nada, salvo animales apreciados, cada vez menos, me agrada en esa ciudad de abajo.

viernes, 28 de septiembre de 2018

El actor es actor. Su función es actuar. Su condena es actuar.

En el encuentro la otra noche con los animales, Dani decía que actuar es difícil. Una vez mi madre con trece años me mandó engañar a un marido burlado que buscaba a la mujer, en mi casa follando con otro. Y lo engañé. Lo dejé convencido, y le di tiempo a su mujer de vestirse y escapar. En otra ocasión, traspasé la frontera de Irún con una kima de hierba en la guantera y con el DNI caducado. Iba con unos amigos que iban a solucionar en Francia una cosa que no podían en España porque entonces era delito. Le dije al policía que éramos estudiantes y todo el bachillerato lo habíamos pasado soñando con París. Nos dejó pasar. La solución del problema estaba cerca y volvimos al día siguiente. El mismo policía.
--¿Cómo? ¿Ya vieron París?
No sé qué le dije. Nos dejó volver a España, sin problemas. Te crees inocente y haces el papel de inocente sin problemas. Lo malo es cuando te crees culpable y quieres hacer el papel de inocente. No se puede.

Hoy después del ensayo, pasé por la presentación del libro en la MAC. Título sugerente. No me acuerdo. Pero no estaba allí por el libro. Le pregunté a Anghel por el diccionario.
--No me ha llamado.

Mi amiga extraña me pinta con un vino de Abona. Ignacio leyó Horizontal jazz. Sus comentarios son una invitación a publicarla sin marear más la perdiz.

lunes, 24 de septiembre de 2018

El cuento no lo puedo narrar porque aún no tiene desenlace. Todos los personajes están perdidos. Sacan la cabeza a la superficie a respirar como pueden. Al actor se le pueden señalar sus contradicciones pero qué importa. El ex alumno no es ajeno a contradicciones. Y el motivo que hace rodar la historia, tampoco. Lo dejo aquí. Por ahora.


sábado, 22 de septiembre de 2018

Mi amiga extraña me incita a continuar. Ya estaba incitado. Quien hace el cuento arrima el ascua a su sardina. Cuando esto no sucede, cuando el autor no intenta defenderse a sí mismo, e incluso ese sí mismo importa poco, el autor se llama Kafka o Rulfo. Dos estilos diferentes que se encuentran como macho y hembra.
Hoy vi al Actor. Casi recién llegado de Vilaflor. El otro día vi un recuerdo en fb en que yo lo ponía muy bien. Fue mi maestro de teatro. Decía que sólo me faltaba una bola en la nariz. Hacía reír hasta cuando quería hacer llorar. Era un elogio.
Recuerdo que Aroma no vio de buena manera el meterme en el teatro con Tacoronte. No lo comprendí. Recordé a mi primera novia, cuarenta y tantos años atrás. Una vez elogié a uno que tocaba la cítara, y ella no vio bien el elogio. Lo vio equivocado. Nguyen también vio equivocado que yo me metiese a actor. Y el otro día cuando la vi, no le gustó --sentí que no le gustó-- que siguiera en lo mismo, que fuese al ensayo porque otra vez estoy metido a actor. Aunque, en honor a la verdad, Juan Carlos Tacoronte no es sólo buen actor sino también buen director de escena. Te deja hacer y te dice lo justo para que hagas mejor lo que quieres hacer. Buen maestro. Por ahí, tengo deuda con él. Agradecido.
Con lo que no tengo deuda es con algo que se equivocó, desde mi punto de vista. Intervino en una acción en mi contra en vez de intervenir en mi favor, o por lo menos permanecer neutral. Quien sea lector atento --¿hay uno?-- de esta florymierda sabe de lo que hablo.
Hoy lo vi en la rambla. Le pedí permiso para sentarme y hablar.
Me habló del deseo.

Hay algo que es más poderoso que el deseo.

Me habló de viejas disputas.

Entre dos amigos que riñen, nadie debe meterse, ni a opinar.

Llegamos al quid de la cuestión.

Y este es un cuento a medio contar.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

a Jesús Castellano

Sólo tenemos tiempo, Presente
Existo a través de la adversidad
Soy el resultado de la muerte que acepté
Del pasado que olvidé y el futuro que ignoro
Dejar de correr y evitar que otros corran
Respiro y vuelo, pero bajito, a ras de suelo
Sólo tengo tiempo, este Presente
y elijo y decido qué hacer en él
Existo a través del obstáculo que salté

me hago texto x ti, Joven
me muestro aquí para ti, Maestro

viernes, 31 de agosto de 2018

Nguyen:

Espero que te estés fortaleciendo y animando después de todo lo que has pasado.

No te llamo ni te mando mensajes porque sé que ahora es lo más prudente. El azar, es el destino. Él dirá.
Escribo esta última página en el blog, por ahora, porque voy a hacer como Pepe. Retirarme del mundo un rato. Te aseguro que el mundo ahora está en un estado delicadamente deplorable. Por alguna parte se arreglará, pero hay que dejarlo solo.
Retirarse del mundo a tiempo es una manera de comprenderlo. Estoy seguro.

Comprender los muros que han puesto entre nosotros. No importa. Todo sucede para algo de más valor. Dios lo quiera.
Yo ahora dejé un poco de lado la escritura y he vuelto a la pintura. Siempre te he dicho, aunque una vez me dijiste que no querías un alumno como yo, que seré buen pintor cuando me des las cuatro clases que me faltan. La pintura y la escritura es la única herencia, si tienen valor, Dios lo quiera, que puedo dejar a mis hijas y a mis amigos, a la gente que estimo.

En la escritura lo más que siento ahora es el libro que te he escrito. Ordenaré los textos. Y si quieres, si todavía lo ves, lo traduces al vietnamita. Seguro, tengo ese presentimiento, que suenan mejor en tu idioma.

Bueno, más cosas podría contarte. Cosas mundanas, vida de todos los días, relatos, a veces divertidos y otros menos. El girar de la vida.
Por ahora nada de eso tiene mayor interés.

Tú sí.

Un abrazo.

miércoles, 29 de agosto de 2018

La vida pública es un putiferio y haces bien, Pepe. La intimidad, el silencio y saber llevar el ruido es camino de sabio. El mejor mosto se hace buen vino en escondida bodega. Y tú ya eres buen vino. Y no digo más. Hoy una amiga me mandó unas albóndigas. Estaban tan buenas como las del Rincón Gomero, las que sirve una mujer serpiente, de pelo verde oscuro brillante. Deliciosas. El vino lo puse yo. Del minisúper de una joven madre separada que me llama cariño y se pinta las uñas de verde limón. Es buen vino. El otro día lo probó Marcelino y le gustó.

Este sábado no creo que me lance a Los Cristianos. Mucho trajín. Presenta Ignacio Gaspar la novela. Me gustaría ir pero si tuviera alas. No las tengo. Quedé en pasarte la novela. A lo mejor el día X, si no hace calor y el día no aconseja no ir muy cargado.

Bueno, voy a dar un paseo por el barrio antes de recogerme. Pintando mucho ahora. El otro día vi cuadros de Velázquez y el pintor me dijo que todavía me queda, pero no voy por mal camino. No sé yo. Pintores buenos hay aquí bastantes, y medianos, como puede ser uno, hay tropas. Ser el mejor de los medianos no es fácil. Lleva trabajo, Pepe. A ver si Dios nos da salud y voluntad.

martes, 28 de agosto de 2018

Pepe, como veo que no contestas (tus cosas estarás haciendo) te sigo escribiendo. Estoy con energía cósmica y eso tiene sus momentos abismos, así que dejo cuestiones elevadas y bajo a la tierra, y si puede ser a una pocilga mejor, bañarme ahí, como el Rey de La Habana (¿te acuerdas de Pedro Juan Gutiérrez?) que le gustaban las mujeres con el coño sabor agrio y el culo con olor a mierda, uno que se puso una bolita de metal duro en la punta para dar más pleno. ¿Nos vamos a La Habana,
Pepe? Tú a rejuvenecer y yo a madurar.

Estaba entretenido en una novela ambiciosa con dos amigos (no acabo de resolver lo propio y me meto en más tinglados; lo que es vivir en La Maldad) y hoy, el que escribió el primer capítulo, se cansó y se rajó; luego yo y luego la otra, la otra persona, que también está en una novela propia y así se mete en lo suyo privado y no anda perdiendo el tiempo.

Hice unas coplas:

Tres amigos hacían
una novela en secreto,
en ella hechos salían
como el Rincón del Gomero

Salían viñas del Sur
y del Norte la Cruz del Puerto,
salía el puente Las Vallas
do un vivo pasaba a muerto

Quien ideó ese salto
se cansó de tal enredo
y a los otros dos autores
les quiso dejar el muerto

Por un lado la querida,
por el otro la mujer,
un cura y un policía
y la torre de Babel

Suerte tenga el suicida,
ese que está en el texto,
y todos tengamos suerte
estemos vivos o muertos

Y se acaba el cuento. Salía también la ermita del barranco. Ahí me interesé más y bajé un par de veces, acordándome de Jabalí y María cuando estuvieron. El lugar merece más de una visita. Y el puente no sé si lo has visto. Lo de las vallas es porque lo vallaron para que no se tirara nadie. Una estética agobiante. Ahora le pusieron un material trasparente. Por lo menos puede uno mirar la montaña. Barrio Nuevo es un lugar desperdiciado.

Y me dejo de urbanismo en Santa Pus. Y ahora a ver si Anghel sigue operativo, y darles esas novelas, más novelas al mundo, y hacernos famosos y estudiar cómo vamos a ganar el Premio Nobel.






lunes, 27 de agosto de 2018

a Pepe Ramallo

Hoy mi amiga Pamela me despertó la vena satírica. Puso tan buenos poemas en fb que me salió la vena poeta, pero más por la parte Chito que por la parte Castellano. Pepe, tú sabes ya que soy un esquizofrénico que ha aprendido, más o menos, a caminar por el alambre que une a mis dos mitades, y de una tercera parte hablamos cuando nos veamos, porque no es cosa de novela, no es cosa pública. Es cosa seria. Yo creo que mi amiga hubiera preferido una poesía más castellano, más mística y divina, menos profana y arrastrada, pero esa poesía mística la hacía contigo y, sin ti, pensando en mi maestra de pintura. Ya salió. Está libre.

La foto --lastima que yo no la pueda poner aquí; tú sí puedes-- de los tres animales es un faro, esa foto es un faro. El Dragón Tigre, el Jabalí de Bengala y... Dani no me cuadra el animal que me dijo que era, yo le veo carácter serpiente, como yo, Serpiente Alada, azteca, descubridor de símbolos.

Bueno, y te escribo porque ahora sé que estás leyendo nuestro blog, que por ti lleva esperando esperando

En fin, y también porque ya puse demasiado verso en fb, y este lo pongo aquí y así no lo dejo para mañana.

Aquí está mi alma
toda entera,
te la regalo
a ti y a cualquiera

Todo el día rumia,
toda la noche ladra
Unos la llaman baifo,
otros la llaman cabra

Yo no la llamo
y siempre viene
a joder los bienes
de vivir sin ella

El alma es invento
de malos poetas
y poetas buenos
que fallan la letra.

*
y sí, oyente pasajero,
no es ser un fresco hacer versos
que suenen bien a tus oídos,
ni excesivo precio
un vaso de buen vino.

domingo, 26 de agosto de 2018

la pintura no para, animales. esto va tomando cuerpo. Todavía por los pies. No falta nada para llegar a la cabeza. Antes hay que alcanzar la polla, esa catapulta. Todo se desmorona, y nosotros también. Ya no hay remedio. Agujeros por donde escapar. Eso es lo que me está diciendo la pintura. Necesito óleos. Jabalí ya sabe que soy amigo del arte pobre pero con materiales ricos. Cuántos ricos materiales he desperdiciado, yo el primero. muy rico era, y ahora soy ese poema de Baudelaire que no lo voy a decir en alto.

sentado en la rambla tranquilo la vida pidiendo una cabeza acechando a una vieja... mi amiga manda unos cuantos chistes de gomeros. Llega un gomero al muelle y pregunta al taxista: ¿Cuánto me cuesta ir a La Maldad? Diez euros, dice el taxista. ¿Y la maleta?, pregunta el gomero. La maleta nada. Entonces lleve la maleta que yo me voy andando.

Bueno, los de mi cultivadora amiga eran chistes de Lepe. Eso queda en España no sé donde, en la parte española de la península. Ahora no sigo la política. El mundo está en lo que yo pinto. Todo lo demás son apariencias.

Cada vez pinto más parecido a Chagal. Voy a tener que copiarlo. No tengo ningún libro de Chagal. "Cristo en el burdel de la montaña", lo firma Chagal y está en el museo del Prado. Donde está es en casa de Marcelino. Enfrente de otro que podría titularse "Paisaje irreal". No sé. Todo es irreal. El sufrimiento y la alegría, todo, menos el ruido y el silencio. Entre el ruido y el silencio, la música. Mi amiga me dedicó una canción, en un vídeo en blanco y negro, como los tiempos pasados. No vino ella a cantármela bajo los laureles de La Rambla. Demasiado pedir. Me dan un dedo y quiero todo el cuerpo. 


sábado, 25 de agosto de 2018

--Lo que hay es jarlapa. --O farlapa; no sé cómo dijo.
--¿Y qué es eso?
--Chocolate bueno. Menos cantidad pero mucho mejor.

No engaña. Coge las perras y se va a buscarlo. Regresa. Me entrega la materia prima. Hace calor. Día de calor. Bajo una de las escaleras de cemento, las barandillas de hierro hirviendo, no hay quién las toque. Imagino al dictador Trujillo quemándose las manos en una barandilla. Mandando fusilar al que puso esas barandillas. La imaginación es inocente. No hay rabia. Sólo película. Una escena de la novela de Vargas Llosa La muerte del Chivo me vino a la memoria. Un militar tiene en mal estado una parte del cuartel y el hijo de gomero y haitiana lo pone a parir. El militar no recuerdo si es uno de los que ofreció su hija al generalísimo.
Trujillo quiso volar muy alto, contra los EE UU, y cayó en picado. De su época es Rubirosa, el gran seductor. Su primera mujer, la hija del dictador. En su libro cuenta que un amigo árabe, de la juventud, le enseñó técnicas infalibles. Mujer que cogía, mujer que se rendía. En los negocios creo que fracasó. Su vida principal fueron las damas de alcurnia. Un gigoló de altos vuelos.

viernes, 24 de agosto de 2018

Esta noche no tengo ganas de dormir y me pongo a escribir porque no tengo ganas de dormir. Me pasé el día con el fb como si fuese un pasatiempo.

Con Franco no obligaban a los niños a ser homosexuales

No me acuerdo quien dijo eso. Una mujer. La ponen de vuelta y media. Un comentario: Estamos agrediendo a un Mesías democrático que nos salvó de la dictadura de los rojos jajaja

Me acuerdo de Ledesma el autor de Historias de mis calles. Un escritor que en un tiempo escribía novelas del oeste. No era tan popular, por lo menos aquí, como Marcial Lafuente Estefanía pero ganó soldadas trabajando para Brugueras. En ese libro cuenta alguna historia, un empleado harto porque una jefa lo cogía (en sentido argentino) un día sí y otro también. Ahí contó que en tiempos de Franco las putas estaban protegidas. Y de los homosexuales, que yo recuerde, aquí los declarados, los que tenían poses y maneras, eran respetados, que yo sepa. Antoñito, mi vecino de enfrente. Uno de la calle Miraflores, y este era respetado además porque daba mejores piñazos que los marineros. Y uno que sirvió conmigo en el cuartel. Este no tenía maneras. Era una mujer en su totalidad menos en lo que la obligó a hacer la mili,

Sigo con el záping en fb.

Le puse "follamos" desde el móvil de mi amigo a mi novia y me puso que sí jaja como supo que era yo? La quiero tanto.

Lástima que no dé el número del móvil de la novia. En tiempos de Franco, los feriantes, yo lo supe por los feriantes, había una tarjeta con una literatura que decía lo mismo pero con más palabras:

SI                                          NO
Señorita, estoy sufriendo de amor
por usted. Si me devuelve la tarjeta
con el SÍ me atreveré a enamorarla.
Si es el NO, me alejaré de usted. Si 
me la devuelve sin respuesta, tendré
esperanza

que es lo último que se pierde, dicen.

El poeta donostiarra Karmelo Iribarren se queja... no sé de lo que se queja; no me acuerdo. Ah sí, de saber que la mujer de otro cuando pasa por su lado a quién desea es a él, al poeta, pero tendrá que esperar aún mil años antes de que ella se decida a engañar al marido. Algo así era. Cito de memoria.

De Donostia me voy a Asturias. Hay una asturiana que yo la sigo porque es simpática e ingeniosa y escribe un asturiano que tiene poco que ver con el olor a cucho del asturianu de la Academia de la Llingua,

Pasamos Armás y la curva y vemos el coche verde na sebe. Allí mismo, en el prau de abaxo, tan a la Yerba... (Aitana Castaño Díaz)

¡Quién estuviera en Asturias! Aitana después de ella pide versos. María José Vidal Prado escribe unos de amor a su abrigo, el que él (el hombre que la engañó la maltrató la ultrajó y le robó) se llevó
para dárselo a la otra. El poema concluye con más que una maldición. Con la certeza de que su abrigo hará justicia y matará a la otra. Así están las cosas en Toledo.

Un "ojalá" de Belén Valiente (también en un poema en fb), expresador de un deseo de bondad y de claridad, es un marcado contraste.

Más tenue es el contraste entre una entrada de Candelaria Villavicencio (Lo malo de morir no es la muerte, es la vida que abandonas sin haber entendido porqué razón has vivido) y un comentario de Anyelo Fernández. Lo bueno de morir no es dejar la vida, es vivir la vida hasta el último aliento sin ninguna razón.

En otro sitio, un poema de Víctor Botas. Copio algunos versos

El cigarrillo roto del cenicero azul.
Mi mano con la pluma que no entiendo.
La rosa inalcanzable de Jorge Luis Borges.
...
El salto delicado de los gatos.

y me voy a acostar, tal vez dormir, tal vez soñar. Con un faro.


miércoles, 22 de agosto de 2018

--Mira lo que me hizo. Toda la mañana lo tengo en el jardín y viene a hacerlo a casa. --Señora de la calle de por abajo con la que coincido en el contenedor, junto a un arbusto que por las tardes desprende un olor que enamora.
Me enseña bien una bolsita negra que lleva en la mano. No es transparente. No veo lo que hay dentro. Debe de tener mi edad. Es pequeña, con esa gracia que sólo poseen las mujeres pequeñas. Levanta la tapa de plástico verde con la agilidad de una niña menuda, y la sostiene en alto esperando por mí. Regreso a casa. Doña Alfonsa, que siempre tiene la puerta abierta, con vistas al limonero a la entrada de la calle, ha puesto música mexicana.
--Es que tengo a la chica limpiando y le pongo esta música para que trabaje más deprisa.
Vaya, le elogié la música con intención de invitarla a bailar entre los rosales... Me acuerdo de Barrio Nuevo cuando yo tenía edad de merecer. Acompañaba a una muchacha de Las Palmas, de visita en Tenerife, de mi casa a la suya, de noche, y había una calle de tierra en medio del barrio, en medio de la montaña, con casas a un lado, y al otro el vacío, el cielo. Todas las puertas abiertas. Y afuera un pickud en cada entrada, con una canción, todas un corrido.

Busco en la edición de Victor Ramírez el cuento "La fiesta" de Antonio Bermejo. No está este cuento en esta primera recopilación de la narrativa del escritor fetasiano. ¿Fetasiano? Hay un influjo onírico en Isaac de Vega que no lo recuerdo en Bermejo. No el influjo surrealista de Rafael Arozarena, sino más profundo, de allí donde el sueño se confunde con el mito. No hay mitología en Bermejo.
La fiesta tiene un argumento sencillo, casi no tiene argumento. Un hombre baila con una mujer. Sucede una catarsis negra. Cada detalle es un escalón hacia el desencanto.

La que no es un desencanto es la mujer de Nick. Desde que vino de La Gomera parece que le inocularon aire del Kilimanjaro, Qué guapa, qué graciosa, qué piel de madera bien pulida. Y la jodienda; no somos esquimales.

Algo de esquimal tiene sor Nuria. Después de qué guapo estás, me dice:

--Estar a bien con Dios y con la Virgen y que haya fufú y amor libre.

Tengo que buscar en el diccionario fufú, a ver qué es eso. Quedo con Anyelo. Cosas nuestras, por ahora.

martes, 21 de agosto de 2018

... :

¿Qué te voy a contar hoy? Hoy estuvo un poco más animada la tarde en mi calle. El vecino inmediato casi se cae de la escalera cogiendo una papaya. Anduvo listo. Luego pegamos la hebra. Me enseña lo que le mandan al movil los amigos. Aparte de imágenes picantes, tiene más cosas bellas. Fotos antiguas de santa Cruz. El castillo de San Andrés sin casas alrededor. El boxeador Sombrita... bueno, no creo que te guste el boxeo. En fin, imágenes que te pones a verlas e imaginas una historia. Yo ya puedo ver casas de madera en el Sur. Irse los gorriones y aposentarse los júligans, orgías, borracheras, escándalos. Hasta las más bellas flores del jardín se mustiarán con tanto ruido. Es el progreso. A lo mejor la solución es hacernos caníbales. Cuando venga la gran hecatombre, comernos al turista y comernos unos a otros. Esto último ya lo hacemos.

Pero a veces no nos comemos nada.Yo aquí hace tiempo que no como nada. Voy a hacer unos spagheti. Luego vuelvo.

tú ya me dejaste claro que contigo nada. qué voy a decir. dos no pelean cuando uno no quiere. Aquí en mi territorio alguna siento con ganas de ver cómo es el gallo. El gallo, bueno. No es gallo real. Las pollancas tampoco. Hay una de alcurnia, pero no acaba de encontrar la cuerda apropiada, a veces desvaría, y además el novio es celoso. Que la necia mire poco para uno y que el novio se ponga celoso, no es una buena regla de tres.

Entre los vídeo-youtube de Nick el vecino, había uno de dos que los trancaron follando en el Estadio. A él, debajo, no se le veía la cara; a ella sí. La reconocieron y tuvo que bloquear su cuenta en fb y esconderse. Ya sabes, a nadie le agrada ser motivo de risa burlona. Yo aquí me pongo serio para que no me cojan la delantera los jurones, porque sor Nuria, con quien me siento al aire a hablar por las tardes, es ya más que abadesa y Nick dice que le falta un riego. Un riego no, esa mujer es más cuerda que él y yo juntos.

--... y a él, a pesar de las sombras, lo reconocieron unos amigos. Cómo se entere la mujer...
--Lo perdona. Qué va a hacer --digo yo--. Imagina que tu mujer se entere que tú... ¿te va a echar de casa?
--No, echarme no, pero luego me engaña ella con otro... ¿y...?
--Diente por diente, qué vas a hacer.
El negocio de talión no lo convence.

Bueno, picaresca aparte, hoy vi que podía poner en toda la pantalla películas que me salían en pequeño. Vi una de F L, de 1927, que el final parece negociado, pero el preludio y el entreacto no tienen desperdicio. La película es muda y se interrumpía para mostrar, blanco sobre negro, lo que decían los personajes o narrar algo que no salía en pantalla.

LA LEYENDA DE LA TORRE DE BABEL  mano de obra extranjera

--Significa hundirse, hundirse hasta el subsuelo... Esta noche he de emprender un largo camino hacia la profundidad, hacia mis hermanos...

--Quiero que vayas hacia ellos a la profundidades, para destruir a la mujer que es igual a ti

(La Muerte toca una flauta de hueso humano mientras la mujer-maquina le hace saltar los ojos a los mirones con su baile... Puertas que se abren y se cierran, anillos de luz, la estrella de David, el pueblo que una y otra vez ha alcanzado la cumbre de la Torre y ha caído. La piedra ha caído. Extraña transposición cultural del mito de Sísifo...)

No me hagas caso. Ya me disparaté en un hermetismo que sólo entiendo yo.

domingo, 19 de agosto de 2018

Hoy mi lejano amigo Martín señaló un megusta a un poema que puse en fb. Que el crítico literario más certero e incorruptible que hay hoy en España se haya fijado en eso, tendría que ponerlo en el currículo, si es que tuviera currículo. Ese dedo con el pulgar alzado y lo que escribió sobre mí, también hoy, mi amiga de Charco del Pino (añadiendo lo que me dijo hace unas semanas mi amigo de Charco del Pino) sería una carta de presentación que me pone muy bien.

Mi amigo me dijo que yo era el mejor con diferencia. Hombre, no soy malo, tengo ideas y sé cómo mover esta rueda, pero mejor hay. Hay otro. O mejor dicho, otra. Y tan o más apartado que yo del gremio literario. Quienes gobiernan aquí las letras, en cuanto fenómeno social y económico, no son de admirar. Yo no los admiro. A veces me son indiferentes y a veces los desprecio. Filisteos de la literatura.

Mi amiga fue más concreta. "Con las palabras narra, fotografía, dibuja y se retrata". Añade que soy persona sin mucho ropaje. En esto sí dio en el clavo. Un perro que pasa por la calle se pone a ladrar y dice que sí, totalmente. Llevo todo el verano queriendo comprar un pantalón de verano --el que tengo me lo vio Belén en el parque cuando presentó Nudismo, y salgo a la calle con este pantalón y me siento desnudo. Bueno, desnudo no. Mal vestido. Veo a los animales y parecen que están en plena selva. Mandan imágenes por wasap y los veo a ellos y digo de mí, qué va, con estos pantalones no voy a ningún lado. Antes del 9 del 9...

Este día nueve tiene que ver con el proyecto en marcha, y el proyecto tiene que ver con el símbolo de La Torre. En el Tarot La Torre es la carta XVI de las figuras mayores. Los tarotistas con psicosis que se apartan del Tarot de Marsella la pintan con presagios horrendos, cumbres borrascosas. Claro que hay cumbres borrascosas y horrendos acontecimientos. En la naturaleza y en la civilización. Pero la carta XVI no señala acontecimientos ruidosos, sino cotidianos. "Caerse del burro" resume la lectura de esa carta. O "... más alta será la caída". No significa sino que lo que creemos, o lo que pensamos, o lo que sentimos o lo que tenemos, si hasta ahora valía algo, a partir de ahora pasa a valer una mierda. Y con la mierda lo mejor que se puede hacer es estiércol. Se acabó lo que se daba, amigo. Te caíste con todo el equipo. Tú verás lo que haces. La carta no dice más. La realidad puede decirlo. Despertar de un delirio puede llevar al suicidio. Ese, el suicidio, es la aguja que marca el centro del mapa...

Martín en su blog, última entrega, nombra una torre y la Casa de la Virgen. ...

(Releí el relato inicial y hay que corregir el dibujo que le hice al hombre del puente. El suicida tenía barba. No se había afeitado.)



viernes, 17 de agosto de 2018

Recuerdo la película El resplandor. El escritor escribiendo folio tras folio siempre la misma frase. Pues a veces todos los libros se convierten en eso. En la misma monótona frase. Da igual que sea de aventura o de filosofía. Y la vida. Y escribir es absurdo. Anoche soñé con Nguyen. Iba a salir del Recinto y me reñía por algo y me decía que esperara. Desperté y el recordatorio de fb era el retrato que le hice. La sentí riñéndome en una realidad cuántica, y la comprendí. El ego de estos día ha sido infame. Pensamiento infame. Sin sentimientos. Ahora sigo sin sentimientos. Y sin pensamiento que no sea la misma monótona frase. El trabajo alivia, dicen. A veces. Ahora no es que me agobie, pero no me dice nada el trabajo o el no trabajo (creo que esto corresponde a un cuadro clínico concreto, pero no sé. No soy psicólogo).

Papeles sueltos de un proyecto con amigos. Le estoy cogiendo manía a los papeles sueltos. Supongo que aquí están mejor guardados. Borradores, ideas, sobre un tema no agradable.

la amante
Aquí dejó su dentadura. Eso es lo único que dejó. Todo lo demás lo tiene ahora su mujer. Y la pensión de viuda. Estará contenta. El diablo la confunda. Mira que me amenazó. Llamadas, wasaps, todo. Insoportable. Que le estaba sacando los cuartos al marido. ¿Qué quería? ¿Que lo tuviese aquí en mi casa de gorra? Le gustaba comer bien al señorito. Y leer versos. Me tenía medio aburrida de leerme versos. Me dejaba a medio camino y luego me retenía en la cama leyéndome versos y versos y versos. Y el cabrón arrancó la hoja de uno de los libros y me lo dejó en el espejo del cuarto de baño. 

Adiós, querida, adiós.
No llores por mí.
Vivir no es nada nuevo
y morir tampoco.

Pues adiós, querido, adiós, pero qué hago yo con tu dentadura. Al contenedor no, eso da mala suerte. Si, se la mandaría por correo postal a tu mujer, que se quede con todo, que no le falte tu odioso postizo dental.
Ya sé. Se la llevaré a la Virgen del barranco. Será lo mejor. Quiero quedarme tranquila.

la mujer del bar
Ayer vino afeitado, Siempre tuvo bigote. No era de esos a los que les dicen ¿y ese bigote? El bigote lo tuvo siempre. Ayer vino afeitado. No sé por qué vinieron esos policías a preguntarme...
--Toma, mi niño, cuidado que está caliente.
Al principio me pareció más guapo. Pero no. Le faltaban dientes. Usaba dentadura postiza, y yo creyendo que era un hombre completo. Vino como era. Sin disfraz. Le puse lo de siempre. Albóndigas. En el barrio nadie hace las albóndigas como yo. Dejó dos euros sobre la barra y se fue. Yo qué voy a saber. Que si tenía querida, me preguntó el policía. Me dijo que un testigo no podía mentir. Le dije que sí. Me dio las gracias, terminó el vino y se fue. 

jueves, 16 de agosto de 2018

Día alegres en Clichy. Más o menos éste es el título de una novela corta de Henry Miller. Lo único que recuerdo es una escena en que Henry cuenta cómo se limpia el culo y se come el papel higiénico. En un tiempo leí bastante a Henry Miller. Me cansaba un tanto su afán de justificarse aludiendo, con largas peroratas, a propuestas místicas sacadas de acá y de allá, orientalismos pasados por papel higiénico occidental. Me acuerdo de un viaje en tren. Cadiz-Madrid. Viajé sentado enfrente de una alemana que leía un libro. Yo leía otro libro. El mismo libro los dos. Sexus, de Henry Miller. Ella en alemán y yo en español. A mitad de camino era su destino. Me invitó a bajar e ir a su casa con ella.

Pero aquí ahora son días de tedio en La Maldad. Doña Sonrisa ya no baja a llamarme a la puerta, o por la ventana. Pensaba convencerla para que posara para un cuadro. La idea no le parece mal. Pero no quiere entrar, cuando baja y me llama, por lo que dirán los vecinos. Nada bueno dirán. Lo sé.


Hoy esperaba llamada de Marcelino por si iba solo iba con él a La Gomera. No me viene mal un cambio de aires. Pero me parece que no va a ir solo, con una furgoneta cargada de materiales para arreglar su casa de Agulo.

Discusión en fb entre dos amigas. Sobre si el poeta debe vender o no su poesía. Don Quijote en uno de sus discursos dijo que la poesía no se vende, salvo... bueno, mejor es citar el libro:

... pero esta tal doncella (la Poesía) no quiere ser manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar, la volverá en oro purísimo de inestimable precio: hala de tener, el que la tuviere, a raya, no dejándola correr en torpes sátiras ni en desalmados sonetos; no ha de ser vendible en ninguna manera, si ya no fuere en poemas heroicos, en lamentables tragedias, o en comedias alegres o artificiosas; no se ha de dejar tratar de los truhanes, ni del ignorante ...

Esto dijo quien se alegraba de que el libro de sus aventuras estuviera corriendo por calles, esquinas, plazas y rincones de palacios. No me extrañaría que actuase en la cabeza de don Quijote la inquina que su autor, un poeta fracasado, le tenía a Lope de Vega, un poeta exitoso. 

Viene el vecino. Le pido papelillo y viene. Lo cojo de modelo.
--No metas en tu casa a esa mujer, que le falta un agua y te puede traer problemas.
Así que lo cojo a él de modelo. Por lo pronto carboncillo.

Me enseña fotos que le mandan los amigos. Un desfile de modelos esplendorosas. Y otras que tienen más interés (fotográfico). Fotos antiguas de Santa Cruz. Hay una del castillo de San Andrés, derruido, cuando aquello era un descampado. Y otra en la que salen Sombrita y Legrá, entre otros. Una de la calle El Castillo, llena de gente, que es un cuento...

Y creo que estamos a jueves. A ver cómo estoy el viernes.


lunes, 13 de agosto de 2018

--Ñas, hermano, ¿y ese bigote? --Perro el loco en el carrito mientras yo paso después de hablar con Miguel. (Algún día hablaré del carrito de Vicenta. El bar de Ibrahim y el kiosco de Vicenta, con su huerta al lado, detrás, que cuida Miguel, son el polo este y el polo oeste de mi calle.)
--Para asustar a los niños --miento.
El jodido bigote, como el de un bisabuelo mío, que me extraña hasta a mí, tiene que ver con Nietzche, el célebre filósofo alemán. Algo que leí de este hombre. Algo así como que la máscara es mejor que la persona, y que la persona lo mejor que puede hacer es cuidar su máscara. O sea, hacerse una máscara que lo embellezca, o que le oculte las fealdades. Por eso Nietzche, y yo ahora, se dejó crecer el bigote. Qué oculta el bigote. En mi caso los dientes rotos. El triste complejo de mellado. A don Quijote también le faltaban dientes, que se los soltó una pedrada. En mi caso, el motivo es menos honorable. Me admira el vecino Esteban no ya por lo ingenioso y su buen humor sino porque no tiene bigote y le faltan unos cuantos dientes y se ríe igual, sin problemas y sin complejos. Reír así es salud. Eso me hace pensar que la máscara no es tan saludable.
Antier noche me quité la máscara, casi la tiro por la ventana, y le escribí unas líneas a Afrodita.

... mi relación real con las mujeres es ultimamente muy torpe. Hay una palabra vulgar fea que a mí no me gusta como a nadie le gusta la palabra fea que lo retrata. Llevo tiempo que me subo por las paredes. Ya me da igual cualquiera...

Sí, y si le digo que soy un pobre desgraciado, ya le doy el DNI completo. Y anoche se me rompieron las gafas. La parte del ojo de la bondad (esto es una referencia a la novela "Jubiabá", padre santo brasileño que decía que tenemos el ojo de maldad y el ojo de bondad. Si cerramos el ojo de bondad, nos volvemos crueles y la crueldad trae desgracias. Y si cerramos el ojo de maldad, nos volvemos idiotas. Y la idiotez es peor que la crueldad. Esto lo añado yo. Creo que Jubiabá estaría de acuerdo. Él lo mismo curaba que hacía hechizos de amarres amorosos. La favela de esa novela me recuerda Barrio Nuevo. Y Santa Pus en otro tiempo, antes de llamarse Santa Pus, era como Río en el tiempo de la novela del brasileño. Macumba. La novela de un negro pendenciero, mujeriego y valiente).

En fin, entre la máscara y la carne está la palabra. Y la palabra es seriedad y es broma. Es todo y es nada. No te amargues. No te pongas esa máscara.

viernes, 10 de agosto de 2018

Esta noche no pasó la mujer de caderas anchas y rostro griego. Rostro de Venus con todos los cánones. Oigo ruido fuera. Nadie.
--El sexo es la pulsión más poderosa --dice mi amigo... Y también lo dijo Pascal. Y lo dijo Aristóteles. El sexo y el dinero. Pascal dijo que son las pasiones por las que vale la pena vivir, pero son incompatibles. Eso decía él.
Un gato maúlla fuera. Es el que metía ruido. Está buscando hembra. El maullido de hambre es diferente. Es un gato blanco. Se alimenta de lagartos. Una hembra le responde. Voy a ver.
Es una gata parda. Están uno frente al otro. Él le habla, intenta convencerla. Ella tiene deseos pero tiene miedo. Él le dice que no tema. Ella acepta. Dos gatos bajo la palmera.
Ibrahim sigue abierto. Desde la escalinata, sigue viéndose Marte.
Noche tranquila.

jueves, 9 de agosto de 2018

De noche suelo salir al banco de fuera a fumar un cigarro. Dejo la puerta abierta. En la calle no hay mucha luz, hay una penumbra agradable. La vi bajar. Hermosa mujer. Amplias caderas. Rostro bello y maduro, de líneas delicadas. Cabello recogido en un moño. La puerta de la calle deja ver una pequeña parte de la casa donde tengo algunos cuadros. Se paró delante de la puerta y se puso a mirar. Yo la miraba a ella y ella miraba dentro de la casa.
--Me encanta cómo dispones los colores.
Y me miró. Con encanto. Y a mí me encantó ella.
¿Por qué no le dije que pasara a ver los otros cuadros? Los que tengo en la sala, en el patio, y en los cuartos de arriba. ¿Por qué no le pregunté si quería ser modelo? Modelo de siete trajes mágicos, como María Cahina. La mujer antigua de Charco del Pino. En el patio tengo un cuadro que iniciamos Marcelino y yo, sobre un espejo, grande, que encontré en la basura. Los dos fuimos modelos. Yo tracé su perfil en el espejo y él trazó el mío. Mi perfil sobraba. Hoy lo cubrí con naranja. El cuadro ganó en profundidad y armonía. Es feo, pero también la fealdad tiene una armonía. Es decir, se transforma en belleza.
Le hubiera gustado, si la emociona de verdad la combinación de los colores, ese cuadro, tal como está ahora, sobre un espejo. ¿Por qué no le dije nada? Sino que me quedé mirándola, hipnotizado. Y cuando me dijo adios, seguí mirándola.
¿Pasará de nuevo mañana a esta hora? Tengo que poner los cuadros más bonitos a la vista de la calle.
Y ordenar el patio. Desalojar el sillón de cachivaches. Y terminar el que tengo en las puertas del armario en el dormitorio. Ayer le puse rojo y cogió profundidad. Hoy toca azul. Un poco de calma.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Callar es de sabios, pero si lo callo no lo cuento.
l
--... ayer me encontré casualmente con XX en el auchón de Beneharo. Le dije que le echaron de menos en la presentación de la novela de YY. La respuesta tiene miga --me informó un amigo.

Servida la corteza, habrá que ver la miga. XX no es un alterado isleño que se pasa la vida señalando vigas en los ojos ajenos. Ha hecho mucho más --ya no, se retiró-- por la literatura canaria que otros.

--"Este país es un país de traidores y los literatos son los más traidores de todos". Y lo quiso dejar ahí, sin más aclaración. Otro que se apunta a lo críptico.

Menos críptico fue mi amigo de San Andrés el otro día:

--Los guanches eran unos traidores...

Coincidencia de opiniones.


Lo que sí es críptico es otra cuestión que cuenta mi informante. La que me dejó en 33.

--Hace un mes me llamó el poeta A, para decirme que te dijera que dejaras de molestar a ... .

Que la familia de ... me diga que deje de verla, puedo comprenderlo, vagamente. Pero que el poeta A, que no sé quién le dio velas, intervenga y no diciéndome a mí sino buscando un tercero, no está todavía en mi comprensión. A añadió que lo llamaría el actor C (un militante de un partido político) para darle las explicaciones. Nunca lo llamó el dicho actor. Con este individuo hace meses tuve un intento de entendimiento, en relación con ... . No cumplió su palabra.

--Un hombre que no cumple su palabra no merece el nombre de hombre --decía hoy uno en la casa adonde fui de visita--. Y además es mala persona. Eso de que dejara al perro metido en una bolsa blanca pudriéndose en la calle... el perro que lo había acompañado toda la vida merecía un respeto...

Dicen los cuánticos esotéricos que Sirio está presionando sobre este planeta, metiendo presión. Si no eres capaz de desprenderte de todo lo inservible y renovarte, en estos días del ocho al once de agosto, vas a salir de este tiempo hecho un trapo. Dicen.

Abro la Biblia, a ver qué dice.

"El que tocare la pez, se ensuciará con ella; y al que trata con el soberbio, se le pagará la soberbia. Una buena carga se echa encima quien tiene tratos con otro más poderoso que él. No te acompañes con quien es más rico que tú. ¿Qué sacará la olla de barro de estar junto al caldero? Cuando chocare contra este, quedará hecha pedazos." (Eclesiástico, XIII, 1)

Suele pasar. En otro pasaje, dice que el que no tiene dinero es despreciado. Suele pasar. Los calvinistas lo comprendieron.

El dinero es pertenecer a un partido político, por ejemplo. Y con el disfraz de la humildad, estar con tu soberbia profunda jodiendo.


martes, 7 de agosto de 2018

Hoy vi a Verónica. Me vio ella a mí. Señaló mi cambio de aspecto. Las veces que nos hemos visto, yo tenía una pinta diferente. Ahora estoy buscando el look apropiado, le dije. Sí, está muy guapo, me dijo. Ay, cuando una mujer me dice que estoy guapo. Lo comprendo en mi vecina de más arriba, pero en Verónica, mezcla de romana y londinense. Yo estaba con Marcelino abandonando la mesa de un sitio donde el camarero me caía mal, y no me hizo nada, y no dejamos propina. El viejo escritor me advirtió que me estaban llamando. Calle peatonal, alegre, con niños danzando cerca de las mesas y ningún raptor. Todos buenas personas. Y Verónica buena perspectiva. Un vestido rojo que le caía de los hombros hasta la rodilla. Su mirada de lapislazuli que habla más que los labios. Sus labios delicadamente perfilados. Pelo suelto negro. Mujer blanca con piel de ébano. Estaba con el novio.

lunes, 6 de agosto de 2018

Cuando un amigo regresa
algo se alegra en el alma

Vino a poner una pieza en el portátil. Un archivo antropológico. Dice que ha hecho un trabajo sobre la Virgen de Candelaria en Puerto Rico y que allí San Blas es Covopo (si no me falla la memoria auditiva)... Virgen de la candela... Otro amigo hace tiempo escribió

el Teide no es mi padre y la Virgen de Candelaria no es mi madre

Y ya era hora que alguien lo dijese. La pantomima cansa. Quien siga mirando al Teide como cosa sagrada está en la inopia. El turismo se lo ha comido todo... También hablamos de literatura canaria, no sé qué sobre Armas Marcelo, y no ha tenido tiempo de ponerse a leer la novela de Ignacio, y lo comprendo, hay que aislarse del mundo para leer esa novela. La nueva de Charlín tampoco la ha leído. El crítico icono del escritor gallego sacó una reseña el domingo en El perseguidor. La leí. Gómez Charlín lee muchos libros. Llamarlo devorador de libros sería exagerado e inapropiado. Me aparté dél y él de mí, de su persona, no de sus libros, porque me tenía en una cumbre; y las cumbres son incómodas.

Después de la instalación de la pieza, bajamos mi amigo y yo a La Alhambra. Secretos. Uno de los secretos me deja en 33. El otro me es ajeno, un vodevil turbulento entre amigos, él y un amigo común. Hablamos de la mujer del amigo en común. Es atractiva, inteligente, bella, con buen humor y trabajadora. En un cuento de Borges dos hermanos o amigos resuelven el conflicto que ha provocado una mujer en sus vidas. No es muy recordado este cuento; hoy sería tachado de machista. Y lo es. El problema lo resuelven matando a la mujer de la que los dos están enamorados. Borges --si no recuerdo mal-- estaba trabado porque no sabía cómo terminarlo, y le preguntó a la madre. Su madre le resolvió el cuento. Paradojas. Lo demás son secretos entre amigos.

--No cuentes esto en el blog --no es el primero que me lo dice.

Ya no hace falta. La camisa en que tenía escrito TODO LO QUE ME CUENTES SERÁ CONTADO está descolorida.

Tengo en una parte de la casa un cuadro con una mujer canaria el día de su boda, con su marido. Y otro cuadro con la Virgen de Candelaria...

--No, eso no lo cuento.

domingo, 5 de agosto de 2018

Te das cuenta de lo mal que está todo cuando uno no está para tirar cohetes. Días tediosos en La Maldad. Ganas de salir para algún lado. ¿Para dónde? Todo es dinero, gastos. Y a donde me gustaría ir a matar la apatía, ni hablar. No alcanzo ni para las copas. Hay que joderse. Santa Pus es un cadáver pestilente. Lo que se ve y los trapicheos especulativos. Ya derribaron lo que quedaba del colegio Tinerfeño Balear. Junto a la calle Miraflores, cuando había vida en esa calle. La ciudad estaba abierta al mar y del mar venían los barcos de La Habana.
El Balneario mejor olvidarlo. Lleva tiempo de escenario ideal para una película gore. La plaza toros, la misma cantinela. Y la publicidad del 25 de julio, cartón piedra absoluto. No sé qué se puede escribir sobre esta ciudad que valga la pena. No da ni para una trilogía sucia de Santa Pus. Los pobres se rinden, los mediocres se rinden y los gallitos sociales también se rinden. Todo lo matan. Los disfraces de carnaval, mortuorios, están de moda todo el año.
No sé cómo estará la cosa por el campo. Mejor no hablo del campo. Los cuervos me sacaron los ojos y ya no veo el campo ni en pintura. Y la hierbahuerto del parterre de afuera, ha cogido no sé qué que están las hojas cenicientas. Mejor cierro.

sábado, 4 de agosto de 2018

Tengo una sospecha que no sé si es verdad. Voy a hablar della como si fuese verdad. Jorge Luis Borges descubrió la literatura (como pasión) cuando encontró, a escondidas, revistas sucias, unas pornográficas y otras incitando al crimen y a la crueldad. Vivió todos los personajes. O mejor dicho, todos los personajes fueron Jorge Luis Borges. La biblioteca de libros más eruditos y educadores vino después. En sus lecturas y escrituras aquellos descubrimientos de niño curioso fueron la primera lámpara en el laberinto de los libros. Comprendo su admiración a Carriego, al Martín Fierro y a las Mil y Una Noche. De este cuento de los cuentos, él decía que había germinado y florecido en los albañales, en los barrios bajos.
La sospecha me vino esta noche corrigiendo uno de los cuentos donde injerto uno de Borges con otro de revista de kiosco. La intención fue quitarle todo el lenguaje soez, la tópica coprolalia del género. Hice bien. El relato ha quedado más elevado, y mucho más elegante.
El argumento es sólo parecido al del original del cuento de revista, pero el texto de Borges ha permanecido tal cual. Es el que se titula La secta del Secreto. Si el Secreto se refiere a la literatura, está hablando de la literatura que tiene más baja consideración social. En ella, viene a decir, está el conocimiento. ¿El conocimiento de qué? Dímelo tú, paloma mensajera.

viernes, 3 de agosto de 2018

Bueno, prácticamente está concluido el trabajo de la criba. Hay que poner atención. Convertirse uno en cernidera es un logro. No creo que lo haya logrado. La poeta cribada (su obra) es buena pero no es mi camino. Ella canta un mundo que se ha ido. Leerla es caer en la nostalgia. La nostalgia me produce miedo. La felicidad es la ausencia del miedo. Frase totémica de Cucarachas con Chanel.

Mi amiga charquera, lo leí de reojo, concluye el cuento de los amantes de la playa. Un baturro amargado rabioso y una cubana sufrida y rabiosa. No sé si está acabado el cuento. Ella dice que sí. Y pone una música, Eva María se fue / con su bikini de rayas... y una imagen, una foto de bañador con rayas verticales, blanco y negro. Yo miro toda esta trama como un cuadro, yo lo pinté, que contiene el alfabeto hebreo, un zigurat de las letras, la torre contraria a la de Babel. Esta torre del cuadro es simple. No dice nada. Ni siquiera sé hebreo y no sé si las letras que salen juntas en horizontal dicen algo. Y en vertical y en oblicuo. Ese cuadro parece que no dice nada pero lo dice todo. Hace mucho tiempo que no le pongo ni una gota de pintura nueva. Lo nuevo que he pintado es al vecino Luis, el jardinero de Podemos, al que envidio porque su hierbahuerto  ha dado flores. El mío no, pero es más curativo. Hoy lo vi en Ibrahim. Para pagarle los libros que le estropeé (los de pintura que al parecer me prestó, no me regaló) le di El libro del cuervo, la novela de la que dijo Eduardo García Rojas que la mitad era genial y la otra mitad un pedo innecesario. Esta crítica merece que partan esa novela en dos. La primera parte: obra viva (realidad), y la segunda: obra muerta: imaginación. Las dos fuentes principales de este tinglado. Nguyen una vez me riñó porque yo lo mezclo todo, soy un mezclador. Mezclo el bien con el mal y me sale una tinta azul. Mezclo la mentira con la verdad y me sale una tinta roja... Mezclo un cuento pornográfico de revista barata con un cuento de Borges y me salen las nieves del Kilimanjaro (tengo que aliviar esos cuentos del lenguaje soez, cuanto menos mejor). En fin, que hoy viajé a tierra lejana a entenderme ya de una vez para siempre con lo peor de mi mismo. El más despreciado enemigo es el reflejo de uno, sin equivocaciones.

Y por ahora, me agrada escribir cartas, no messenger. Odio el messenger. El espacio es estrecho. Opresivo.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Anoche revisé lo tres títulos de poesía que tengo pendiente. Hay que podar Balada para el odio de una cantante. La fuente es real. Un suceso que ocurrió en 2007. ... Si mi amiga la abogada del Club de Lectura estuviese aquí, me diría:

--Ten cuidado, Jesús, lo que escribes. No te dejes llevar por el instinto, sé inteligente.

Todavía no me ha mandado la carta que dijo que me iba a mandar. Escribe cartas preciosas. En la última clase en la sala de Pérez Minik, donde nos reunimos el club de lectura, leyó una aventura de juventud que hubiese deseado estar yo menos sordo para oírla mejor. Me dijo que me iba a escribir. Me había comentado que tenía ganas de cartearse con un desconocido. Pero a falta de desconocido, vale un compañero del Club. Quedó en eso. Le di la tarjeta. Y estoy esperando pero me temo que leyó esto el día que dije que estaba echando fuego, y comprendo que no es mujer que le agrade un venado ardiente, sino un hombre educado, apaciguado e inteligente. A ver si lo consigo. Bueno, hay que podar La balada. Un día hablé con Nguyen del número de poemas que debe contener un libro de poesía. El contenido de la Balada ya no me afecta, es historia pasada. Es narrativa en verso con fuente real (obra viva). La referencia más importante que tengo en poesía ahora es Belén. No se me escapa que ella tiene las mismas dificultades que yo, pero las sabe resolver, y yo también sabré. Seguro.

*
Pepe manda a los animales una noticia: CONDENADO A MUERTE DESPUÉS DE CONFESAR SUS CRÍMENES EN UN LIBRO

Si no me equivoco, es un caso que pasó hace años. Un policía obstinado vio que el hombre había escrito la novela de su vida.
Pepe me dirige un comentario a cuenta del titular:

"Chito, te cuidado".

el segundo ser humano que me dice lo mismo el mismo día. No hay que preocuparse, el delito está prescrito. De la Ley estoy a salvo. De Dios y el Diablo no. Que Dios me proteja y sepa cómo atar el rabo del Diablo a la vela encendida. Con instinto, sin dejar de ser yo, pero con inteligencia como me dice la entrañable abogada a la que fumando espero su carta.

Mi amiga lejana no me da su correo. Mi amiga más cercana no me escribe.

Con la imagen de un bañador a rayas, como la camiseta de la Juventus, cierro el ordenador hasta la semana que viene. Tengo que hacer un trabajo, seguir haciéndolo, delicado. Dejo todo lo demás reposar y me pongo a ello. Lo merece. Una criba la llamó un amigo.

martes, 31 de julio de 2018

Hoy vi a Nguyen. Mi amiga. Entra en el reino de lo sagrado. De ella sólo hablo con quién está en mi corazón. Y en mi alma. Alma es una palabra socorrida y ya no se sabe bien lo que es. Hay que volver a darle contenido a esa palabra, no dejarla en un mero significante comodín, que lo mismo vale para un cosido que para un fregado.

Mi hermana me llamó hoy. Soñé con ella ayer, con ella y con Afrodita, y me llama hoy. Hay que volver a los griegos de Homero. Los dioses juegan con nosotros.
Me dijo que presentara las coplas de Juan Cabrón a un concurso de poesía.
--Con el no ya estás. Son dos mil quinientos euros.
Palabra de mi hermana: Gallo. Como Nguyen. Mi vida ha estado marcada por el Gallo. Incluso en masculino. Marcelino es Gallo.

Yo soy Serpiente. El más tramposo y sabio de todos los animales.

Sí, y un huevo.


Mi amiga charquera me maravilla con un relato sobre los goros en San Miguel de Abona.

Si un libro no se limitara a sus páginas sino que abarcara la literatura universal, podría hablar de cierta ficción narrativa en Canarias como prolongaciones de las Mil y Una Noche. Pancho Guerra e Ignacio Gaspar. Sin olvidar la novela Secretos de Cuba, de Zamora, y República bananera, de Alonso Quesada. Fetasa también. Fetasa es un cuento de hadas musulmán. Tampoco negaría la prolongación canaria de las Mil y Una Noche la novela de Juan Royo... y, egoístamente, pondría de lo mío Agosta escribe. ...  No, esta no puede ser. Le ocurre como a Cucarachas con Chanel: también tienes retales que pueden estar en el libro del cuento de los cuentos, pero la novela de José Ramallo está más profundamente conectada, y en mi parecer la supera, al Ulises de Joyce. Y a Agosta le ocurre lo que a Crimen, de Agustín Espinosa. Crimen y Agosta escribe hay que leerlas a la sombra de Sade. Crimen incorpora a Sade el palo de copas. El simbolismo de las copas apuntan a las emociones del alma y los sentimientos. Agosta es más fiel a Sade. No es sino una versión muy libre de Los 120 últimos días de Sodoma. El sentimiento brilla por su ausencia. Y la emoción no está en el alma sino en las tripas.
El plan original era combinar el género rosa con el pornográfico, pero Sade, que fue la referencia pornográfica (el autor cuya obra Barthes comparó con la de San Ignacio de Loyola), ganó la partida. Otros experimentos narrativos de vasos comunicantes entre alta y baja literatura fueron más equilibrados. Quizá porque esta vez la alta literatura no tenía que ver, aparentemente, con la baja. La alta referencia fueron cuentos de Borges. Ahí están, escondidos como todo lo otro, pero algún día saldrán a la luz. No están mal.

¿Cuántas obras que no están mal han quedado escondidas? El Quijote lo estuvo cien años, despreciado en su tiempo por el pope de turno como literatura menor. Si el autor del Quijote, del Licenciado Vidrieras, etc., murió en la miseria y, por tanto, como si fuese un don nadie, ¿de qué podemos quejarnos tú o yo?
Mafias y arreglos y cambalaches --recuerda el tango-- los ha habido y los habrá hasta que las ranas crezcan pelos. Luchar contra eso es cambiarle el collar al perro. Hay engaño y mentira en el mundo como hay acantilados y marejadas y sorpresas te da la vida. ¿Denunciarlo? Es como denunciar la mecánica del cosmos. El mundo funciona así, y bájate del burro. Pero hay mafias y mafias. Mafias que venden podredumbre y otras, las menos, que venden material valioso. En Canarias abundan las de peor calaña (calaña literaria). Se les está acabando el chollo --por fortuna, aunque no organizados, hay en las islas autores valiosos que amenazan con su presencia el poderío social de los mediocres. Serán otra mafia si logran unirse --por qué pediré yo imposibles-- pero no de la misma tela. Tienen otra tela JRamallo, Juan Royo, Ignacio Gaspar, Belén Valiente, Marcelino Marichal o mi amiga del Sur. Y hablo de amigos míos. Seguramente soy un amiguista. Y lo defiendo: entre lo valioso que tengo en este mundo están mis amigos. A ver si no me olvidan cuando se unan y tengan el poder y salga plenamente a la luz buen material y no yeso escachado.

lunes, 30 de julio de 2018

La poeta de Toledo recoge velas y elimina lo que escribió en un estado alterado de conciencia. Hace bien. Quien abre demasiado su corazón corre el peligro de que se lo coman las hienas.

Entre las entradas que eliminó:

"Gracias a todos vosotros, y a los policías buenos, y a San Juan de la Cruz y a Dios".

Sigue estando en su muro un poema que comienza

Soy el último diente que lleva el hechicero

Observo relaciones encontradas entre el drama de la poeta y la comedia de la playa (la que está narrando mi amiga charquera). En su historia de la playa, la mujer está camelando al hombre, que tiene exceso de peso y es torpe pero no es bobo. En la historia de la poeta, fue el hombre quien la cameló a ella, que se portó como una boba y no vio que el fulano quería aprovecharse y nada más.

Desenlace posible en ambos cuentos: En uno, la mujer de la playa paga a un hechicero para amarrar al gordo, y una vez bien amarrado, la mujer se quita la máscara de sumisa. En el otro, la maldición de la poeta es más terrible que un disparo. El chulo se acobarda y su mal andar lo lleva a la borrachera y al desperdicio.

Mi imaginación, que la tengo en los huevos, continúa los relatos. En uno, el haber fingido servidumbre es fuente de un odio sin paliativos. La mujer acaba con el gordo y se lo da de comer a los cochinos negros. Habría que investigar si el hombre tiene en sus haberes un goro de cochinos.

En el otro relato, la amargura del borracho es como imán que atrae a la mujer que lo maldijo. Algo de esto hay en el nudo de Bajo el Volcán, la insuperable novela del sigloXX: la amargura del borracho atrae a Ivonne, la mujer que lo ha abandonado. En los acorde iniciales de la novela de Lowry, Ivonne y el hermano del Cónsul son los que yerran, y el Cónsul es una víctima. Lowry sabía que no. Él había sufrido lo que su personaje. Su primera mujer lo abandonó en un carro con tres alegres marineros, más o menos. Lo abandonó, según un biógrafo, porque el tamaño de su pene era diminuto. La palabra fea, vulgar, es micropene. Eso le decía una mujer vengativa a un amigo que yo tuve hace tiempo. En la baraja, el palo de bastos es el relacionado con la sexualidad y la creatividad. Lowry, gran adicto a la tragedia isabelina y a la botella, odiaba la palabrería vulgar relacionada con los órganos genitales. Que se usara la palabra plátano como sinónimo de pene, lo sacaba de quicio. Su complejo de poco hombre lo martirizó toda la vida. Quiso compensarlo haciendo una gran novela. La hizo. Dicen que lo ayudó el Diablo. No me extraña. En algunas creencias el Diablo es el patrón de la escritura.

Pero el Diablo es cruel y la crueldad trae desgracias. Lo supo Lowry y lo supo Fausto. Si se pierde de vista a Dios, mal asunto. La solución es atar bien al diablo a la vela de Dios y que suelte prenda sin pasarte factura. En mi imaginación de carbonero, veo a Berceo escribiendo en alejandrinos sus vidas de santos, con la música que le dictaba el diablo que tenía encerrado en una botella tapada con una vela encendida hacia el cielo. ¿Dónde estará tu libro donde yo tenía tu obra completa, con buena tipografía y en buen papel? Seguramente está en el saco de lo que me ha robado un canalla. Un fantasma volador. En este cuento él es el abusador y yo soy la víctima. Como en la novela los personajes de los dos hermanos.

Joder, no había caído. Se pega uno escribiendo 20 años una novela donde el abusador y la víctima son ficción, imaginación, obra muerta de la nave, y de pronto, hoy mismo, ahora mismo, te das cuenta que esa dialéctica ha sido el planteamiento y el nudo de toda una vida. Hay que joderse. Yo creyendo que inventaba, y lo tenía en la mano.

Una pata de cabra y una tijera de podar, dije. Herramientas del Diablo. También es jardinero y carpintero.




domingo, 29 de julio de 2018

Mi amiga charnega no me deja decir su nombre, ni que la llame escritora. Sin embargo dice que no haríamos mala asociación (literaria) ella y yo. Yo cada día más Pancho Guerra (Pepe Monagas) y ella cada día más Chéjov. Si ella no es escritora, entonces yo soy astronauta.
De astronauta iba la película en el TEA. Serguéi Krikaliov. El astronauta ruso que quedó colgado en el espacio cuando cayó la Unión Soviética.
--Llevo 50 años en Estado Unidos, pero soy polaco. Y judío. Mis abuelos y mis padres fueron masacrado, pero no por Hitler, sino por Stalin. No quiero saber nada del comunismo --le dice el periodista, controlado por el FBI, a su amigo en Cuba, un profesor radioaficionado, controlado por el servicio secreto cubano. Este es el que se pone en comunicación con el astronauta en el espacio. Un astronauta que dice, entre otras, un par de frases categóricas:

--Me duele tanto despertar que ya no quiero dormir

y

--Mi novia cubana cantaba boleros.

La película está afrancesada. Comedia francesa. Los buenos muy buenos, y los malos son tontos. Son los que hacen de payasos, los que te hacen reír. Y a pesar de que las cosas vienen mal dadas, el humor de los buenos es el que triunfa. Y así debe ser. Sin personajes y situaciones enfrentadas, un cuento no funciona. Y que triunfe el bien, aunque sea en las películas.

En fb hay un mujer que leo que de repente ha entrado en un drama personal. Es poeta, buena poeta. Con oportunos toques de ironía. Se le acabó la ironía.

"Cuando tenga el diagnóstico definitivo contaré todo a mis hijos. Y tú, LLL, cuya casa limpié, cuyo libro hice, ríe sobre mi tumba como has reído sobre otras". Ha sido su entrada de hoy en fb.

Busqué el muro de LLL. Encontré este texto, publicado no hace una hora:

"Llamarte zorra poco me diría,
llamarte puta no me diría nada,
pues por puta te tienen las personas.
Y llamarte putísima sería
como llamarle cerro al Himalaya
o arroyo al Amazonas."

Si tuviera que intervenir, la defendería a ella. La leo, es una mujer inteligente, sensible y luchadora. Su mirada no me inspira amor pero sí afecto. A él, por la cagada se conoce al perro. No lo conocía, no me gusta su cara, todavía no sé por qué, a la mujer que te dio dinero, que te ayudó a fabricar una obra, no la llama puta ni el más cabrón.

En fin, por un poema, realista cien por cien, que ella publicó hace unos días, puedo imaginar su caso. ¿Le contagió una enfermedad grave?, sería la primera pregunta de María Cahina.

En fin, historias van y vienen. Nunca faltan.

Tengo que comprar un pata de cabra.

sábado, 28 de julio de 2018

Mi escritora de Charco del Pino hizo un relato de una pareja en la playa. Comen y se bañan juntos pero el cuento termina con que él se va y la deja sola, recogiéndolo todo. ¿Por qué se fue? Esa sería la primera pregunta en un relato de mi escritor de Charco del Pino. Algún día tendré que armarme de valor y peregrinar a ese lugar de Granadilla. Entre el estilo sagrado del escritor y el estilo cotidiano de la escritora, está el camino del medio. Horacio me daría la razón, y Maquiavelo también. A ver si leo mejor a los dos y los cito con mayor autoridad.
Necesito una tijera de podar e ir al cine. Suelo ir al TEA. Esta vez ponen una película cubana que va de un filósofo. A lo mejor dice algo que me ilumine, o que me serene el instinto.
 Tres caminos conducen desde La Maldad a Santa Pus. 1. el camino del barranco. 2. la avenida de Venezuela, y 3. el puente del manicomio. El 3 suele ser el más usual. Desemboco en la plaza de La Paz. Por el 2 llego al TEA. Bajo a buen ritmo. A la función de la 9.30. Santa Pus tiene una noche agradable. La gente que camina parece no triste. Llego a la zona del mercado. Video a dos animales. Dani y Pepe. Reconocí de lejos más a Dani que a Pepe. Esta vez Pepe no llevaba turbante. Los alcancé. Dejé el cine para mañana domingo. Además precisamente había estado pensando en ellos dos, cosas mías, cuando había estado bajando por la avenida de Venezuela. Los pensé y los vi. Compramos dos pizzas, una cerveza, un refresco y un botellín de agua y fuimos a sentarnos a un banco ondulado, de piedra, en la plaza de la lechera, y en medio de la comida apareció un pájaro de la noche.

Buena señal.

jueves, 26 de julio de 2018

el amor es la medicina del deseo: esto se me ha ocurrido por casualidad. Este avecinamiento del eclipse me tiene la inteligencia opacada y el sentimiento desnortado. Sólo el sexo lo tengo aclarado. El deseo, con medicina o sin medicina, es una constante. Deseo, luego existo. El cerebro me pide descanso y el corazón me pide que lo deje tranquilo. Y me inquieta esta insistencia del deseo carnal. Es como si me dijera: Déjate de medicina y aliméntate como es debido. El buen alimento es medicina; lo otro son inventos de la especie. Placebos. Es verdad que el amor hace valiente al apocado y poeta al que no tiene oído. Mi caso, sin ir más lejos. Pero habrá que ir pensando en dejarle la poesía a los poetas, que la destrocen ellos. La prosa también debería dejarla, pero es como decirle a un barrendero, que lo mal que bien que sabe es su oficio, que deje la escoba. No, habrá que seguir con la prosa. En eso estoy. En la novela como trabajo; y esta página, no sé si como divertimento o terapia.
*
La señora Vientomar, luchadora y ancha de caderas, nos trajo una palabra que yo desconocía a la cena del Club:

coprolalia

"... es la tendencia patológica a proferir obcenidades".

Entre los autores, Sade supongo que estará en la cumbre de la coprolalia. Sus construcciones obscenas no tienen fin.

Y abundan en el Ulises de Joyce.

Hoy en fb lei una de esas autoentrevistas que se hace Martín. Creo que ya dije que inspira un personaje de la novela de marras, un crítico literario. Su desdén al Ulises viene de antiguo.

"PREGUNTA: ¿Un libro sobrevalorado?
RESPUESTA: Quizá el Ulises de Joyce, pero no lo he leído."

En la novela, llega un momento en que el crítico cambia de opinión sobre esa obra de Joyce. Y pasa a verla como la vio Nabokov: una novela genial.

Es un acorde más en el cúmulo de transformaciones que ocurren. Tengo que atender otras referencias a la transformación. Kakfa y Steveson. La metamorfosis y El doctor Jekyll y mister Hide. También hay un cuento chino que viene a cuento: el amante regresa, yace con su amada esa noche, lo pasan bien, y a la mañana siguiente el hombre despierta y ve que lo que está a su lado es el cadáver de la mujer, que hace mucho tiempo murió esperándolo. Un cuento relacionado con El Medano recuerda este relato: una piedra con forma de mujer, que se transformó en piedra esperando el regreso de su amado. El pasaje bíblico de la mujer de Lot también está en esta línea.

En fin, más hojas en las ramas.

Y mañana el eclipse.

miércoles, 25 de julio de 2018

Soy un mono salido, soy un sátiro en Santa Pus. Me di cuenta hoy en el club de Lectura. Todas las que fueron me gustaban, con el intelecto, con la intuición y con la polla, que es el órgano del instinto. A la directora de La cantante calva, la conocí mejor esta noche. Estudió en lo que Aroma Profundo llama la Casa de Dios. Con las monjas. Odia a las monjas. Le inocularon el complejo de culpa. La cena con las miembros del Club de Lectura muy bien.
A Explosión de Azahares la quise conocer más.
--¿Tú estás casada?
--¿Y a ti qué te importa?
--Mujer, claro que me importa. Si no estás casada puedo intentar conquistarte... ¿y tú?, señora directora, ¿estás casada?
--Estoy divorciada.
Club de lectura. Buena despedida de amigos.
En casa tengo trabajo. Me pregunto que sera de Pepe y los otros animales.

lunes, 23 de julio de 2018

--¿Estás buscando jachis? Yo tengo.
Lo primero que oigo al entrar en el pueblo de la playa y entrar en el viejo bar.
No estaba buscando, pero a ver lo que hay. Más que decente.
Y el café. Siguen haciendo el mejor café del pueblo.
Voy a casa de mi viejo amigo de las farras del ayer. Sigue como siempre. Fuerte, dentadura decente y con panza de tamboril. Noticias de cómo van las cosas. Unas bien y otras no tanto. Le tengo que llevar el borrador de la novela. Es un excelente lector. Sabe lo que vale la pena y lo que no.
--... los guanches eran unos ladrones, ¿no ves a la gente de Anaga?, por delante te dan ja ja y por detrás te dan la tranca...
Otro independentista desencantado. Se montó mal el discurso independentista, y la acción. Ya no queda sino pantomima regionalista barata. Sí, por quedarse unos con las tierras o las mujeres o los hombres de otro lado, se armaron guerras civiles que favorecieron la conquista. La nobleza guanche aliada de los conquistadores salió favorecida. Como en todas las guerras.
Me voy a la playa. La luz del sol baila en el agua. La de ahora. La de antes es historia. Ya no existe.

viernes, 20 de julio de 2018

--Hoy te voy a poner un ron cobijón, Jesús.
Lo que me faltaba.
Hoy fui al ensayo. Lo más que me agradó es que hasta septiembre no reanudamos los ensayos. La directora me dijo que la dicción bien, pero los gestos tenían que ser de caballero inglés, no de elemento barriada. Joder, me jodió. Sentí el golpe. Le miré el culo. Le bombeaban las nalgas. Nunca vi nada parecido. Esto no se lo dije. Sí le dije que no se daba cuenta de la bomba sexual que hay en esa obra. Sí, inglés, pero inglés también es el Destripador y los muchachos de La naranja mecánica. Sólo que en la obra de Ionescu, el barril de pólvora no tiene encendida la mecha, sino hasta el penúltimo acto, que debería ser una explosión de violencia. En fin, me pongo lo más inglés correcto que puedo y le hago caso. El miércoles de nuevo la veré en el Club de Lectura. Después hacemos cena de despedida. No sé si habrá comunicación. Yo prefiero a otra. Pero la otra es mujer casada. Cuestión de respeto. La directora no está comprometida, que yo sepa, pero tampoco hay que faltarle el respeto, aunque a veces sospecho que le atraigo por lo salvaje, como ella me atrae a mí por lo civilizada que es.
Doña Violeta, vecina de mi calle, de más arriba, que suele sentarse al fresco frente a su casa, me atrae por lo salvaje. Es una mujer salvaje. Me senté el otro día un rato y lo supe. Hoy cuando volví al barrio, no estaba a la vista.
La escalinata de Ibrahim hoy por la tarde noche parecía una jauría de lobos viendo crecer la luna del eclipse. Yo me fui a la barra.
Y le pedí medio.

jueves, 19 de julio de 2018

Un relato de hoy en fb de la escritora del Sur, iluminó lo que me ha pasado con las calabazas y el vecino N. Buen cazador. Aprendo la lección pero no me enfado. Incluso lo que pasó me da pié para trasladarlo al mundo de la novela, donde no hay calabazas (un fallo), ni tórtolas (sí hay estorninos)...

La acción de la novela transita dos territorios distintos y dos tiempos diferentes. Prevalece el 2. También está en la estructura (obra viva y obra muerta), sólo que ahora no sé si la obra viva es la ficción, la que mana de la imaginación, o la que tiene la fuente en la realidad. Los toques de atención que me dejaron los encuentros con Marcelino Marichal no han caído en saco roto. Me hizo eliminar el título Dos moscas enemigas. Y volver al que tenía: Horizontal jazz.

La realidad hoy tiene momentos que pueden entrar en la novela. No sólo lo acontecido con el vecino calabacero. Trasladado a la novela, completa la relación de un muchacho con uno de los clientes de su madre. Un cliente amigo que le amplía la visión del mundo. Esto está reflejado en las veces que va al cine con ese hombre y en una obra menor que ese hombre hace en la casa de su madre (la del muchacho)... En cierto modo me hizo recordar la relación que he tenido hasta ahora con el vecino N. En horizontal jazz se le parece a la que hay entre esos dos personajes. El alemán y el muchacho. El alemán (el hombre es un alemán) hasta ahora era un personaje comodín. Hoy, con la matraquilla de lo que pasó con las calabazas, he compuesto ese capítulo. Es necesario.

En el caso de otros dos clientes que aparecen, en cuanto a un cura hay explicación (el posible padre del muchacho; entramos en el melodrama) del personaje, pero está desvaído,mal pintado, un marinero, que es quien le enseña a fumar el opio. Esta substancia en la novela es una droga sagrada. La cocaína es una droga mundana: de negocios, de ritmos de trabajo, de vacilones extremos, etc. No había caído en esto. Cómo funcionan las dos sustancias. Otra vez el 2.

... mi amiga mencionó hoy las preguntas y las respuestas. Dijo Goytisolo, en el Tea, que las Mil y Una Noche era el libro de las preguntas.

Tengo que ver Psicosis. La historia de la novela es la de un mundo de locos que viven manteniendo una cordura espeluznante. Es una historia de página de sucesos. Jabalí cuando la leyó, me hizo notar que había matado a Lolita (un personaje) y lo dejé ahí, sin más. No me acordaba de ese episodio. Tal vez lo puse como uno más de los sueños del muchacho (el personaje narrador).

El niño de la novela El marino que perdió la gracia del mar es una fuente. Los dos personajes miran lo que hace su madre en el dormitorio, por una rendija secreta.

También he tenido en la cabeza la película Psicosis. Hoy, entre unas cosas y otras, me di cuenta de la relación clave que hay entre el asesino de la película y el muchacho de la novela. Y es un acorde más en la línea de asesinatos. Claramente se ve desde un principio que fue él quién mató a su hermano. Ese acto está más que explicado. Uno de los motivos del crimen es la venganza. Pero el otro acto criminal, el asesinato de Lolita, no lo vi hasta hoy. Estaba yo obsesionado con el alemán cliente de la madre del muchacho...
Lo acabo de comprender y la clave me la dio Psicosis. Imaginé una escena de la película que da luz al trastorno del personaje. No sé si esa escena existe. Un crimen anterior al crimen de la ducha. Exista o no exista, la escena la adapto y estoy poniéndola en la novela. El alemán y Lolita (dos personajes en tiempos distintos) quedan conectados. La presencia del alemán anuncia el tema hitleriano de la novela, conectado con el afán del alemán de fabricar un panóptico perfecto, que te permita ver y oír lo que nadie más ve ni oye.

Otro personaje que está incompleto, poco desarrollado, que todavía no he dado en la clave, es una vecina, casada, con la que el muchacho, ya más hombre, tiene una relación más que cordial. Hasta ahora está como comodín más. Tengo que darle más cuerpo. Mas concreción. Vaya, esta palabra me llevó como electricidad a la palabra concretera, significante y significado. El marido de la vecina es albañil, trabaja en unas obras; en la novela sale mencionado pero no molesta. La concretera sí me importa. Es la maquina que revuelve y mezcla distintos materiales. Nombrarla a través de la voz de la vecina, por ejemplo deseando ver al marido en la concretera, no pega ni con cola. La vecina no odia al marido. No le desea ningún mal. La relación con el marido se ha hecho tediosamente rutinaria. La relación a escondidas con el muchacho le agrada, y lo llevan bien, sin estorbarse uno al otro.
Esta mujer se hace importante al final de la novela. Para el muchacho. Todas las demás, amores importantes, amores pasajeros, aventuras, unas con mejor y otras con peor recuerdo han quedado atrás.
En fin, espero conservar el ritmo de novela de aventuras. Seguir el consejo que Stevenson dio a James, y que este no aceptó. Escribir una novela no heroica como si fuese una novela de aventuras. A ver.

miércoles, 18 de julio de 2018

A la doctora de cabecera lo único que me dan ganas es estrujarla, y como no puedo estrujarla, me porto con paciencia. Sólo iba para que me actualizara la receta de un medicamento.
Otra vez me preguntó qué tal con la reumatóloga.
--Muy bien.
No había caído hasta hoy que está celosa de la especialista.
--Señor, no basta con lo que le diga la reumatóloga. Yo tengo que verle lo que ella no ve: el corazón, los riñones... y la próstata...
--Quítame el señor, mujer; soy viejo pero todavía no he llegado a eso, y no creo...
--... ¿sabe usted cómo tiene la próstata?
--Con ganas de mujer.
--Lo siento, yo no le puedo recetar mujeres.
No le sugerí que, siendo ella la doctora, también podía ser la medicina. No se me ocurrió. Sufro retrasos mentales.
Me dio dos copias de la receta.
--¿Y esto? ¿Para qué quiero dos copias?
--Las dos copias están relacionadas, una va con la otra.
--Pero es que son iguales.
--Déjame ver... sí, es verdad, esta la rompemos... y cuando vaya a la reumatóloga, después pide hora para verme a mí. ¿De acuerdo?
¿Qué le iba a decir? Sí, de acuerdo. Y me fui.

martes, 17 de julio de 2018


Frases encontradas en la calle:


--Toda su brujería se la voy a... Se compró un collar de ochocientos euros que no vale ni cinco euros... Yo no me compro eso ni aunque lo haya hecho la virgen de Candelaria con sus propias manos...
--¿Brujería? Eso yo no lo quiero cerca.
--Ni yo. Cuanto más lejos mejor. Le voy a poner unas velas negras para joderla...

Brujería la que me hace a mí el sistema informático. Escribo a un amigo sobre otro amigo y me pasa lo que a Zebenzuí. Me equivoco de destinatario. El destinatario fue el otro amigo. No hay negocio importante por medio. Menudencias. Pero de las menudencias se hacen collares. De ochocientos o de cinco euros, eso ya veremos. Y miento si dije que no había negocio. Negocio importante. Trasladar la novela de Joyce, el Ulises (la estructura), a Tenerife. Por lo pronto somos tres implicados. El tres es el número del corazón. El cuatro es del pensamiento. Pero hay que conservar el corazón. 3 + 1. Tres quienes mueven el molino, y uno el molino. El tema de la novela.

Una guitarra lo anunciará. Lo sé.
*
Más frases encontradas en la calle:

--El guitarrista se fue detrás del coche.
--Espérate un momento pa ver una cosa.

--Y yo bailando en la silla y ella bailando en la pista...
--Yo saqué a bailar a un viejo y qué bien bailaba el viejo...

--... y Huevos fritos, eso es allí...
--... yo por pescado salado que voy en casa la Negra que le dicen...
--Muchachas, nos movemos a ver lo que hacemos, porque allí si no tienen pechuga de pollo con ensalada, no quiero nada.
--El pulpo está ahora a trece cincuenta... Yo hice esa cosa que tiene muchos rejos y se me...
--Me voy levantando yo, a ver.
--Ay, no vayas sola, ten cuidado.
--El miércoles hace una paella buenísima.
--Pues el miércoles venimos a devorar las dos, pero cogemos la guagua.

lunes, 16 de julio de 2018

La canción de Sinatra dice que dos extraños somos en la noche azul, dos extraños que se miran y saben que lo que sienten es amor...
Amor es tan diverso, y tan preso.
Otra canción, la del ciego Feliciano, dice que en un monte hay cavadas dos cruces...

Cuando niño tenía corazón de viejo, y ahora que soy viejo tengo corazón de niño. Me hicieron cambado.
No puedo conocer a una mujer que me atraiga y no cantarle.

Si no quieres que te cante
no te cantaré ya más,
en este tiempo adelante
sólo te hablaré, es verdad,
en  prosa de Santo Tomás.

Me guardaré de hacerlo con la de Fray Luis de León, el de la descansada vida, que la verdad, muy descansada no la tuvo. Cuatro veces en la cárcel. Envidia de otros frailes con menos talento y sensibilidad que él. Era un hombre que pensaba con el cerebro (la inteligencia), el corazón (la intuición) y lo otro (el instinto). Con perfecta armonía. Sin trastorno en ninguno de los tres miembros de la conciencia.

Por lo pronto me quedo con sus traducciones de los versos bíblicos:

Mi amado viene atravancando por los collados, saltando por los montes

Ya está tras nuestra pared, acechando por las ventanas, mirando por las celosías

Ha hablado y me dijo: levántate, galana mía, Amiga mía, y vente

Ya pasó el invierno, pasó la lluvia, se fue

Descubre flores la tierra; el tiempo del cantar es venido, oída es la voz de la tórtola ...

Y aquí lo dejo. La tórtola es ave sagrada de a quien dedico Es más bella ... . No he sido malo para la poesía de amor. Pero en esta obra, la que más estimo, hay mucho más que amor. Ojala ponga en ella su fuego, su aire, su agua y su tierra...

Arriba, arriba, arriba iremos
y en llegando, descansaremos
Arriba, arriba, arriba vamos
y en llegando, descansamos ...

Se la oí hoy a Valentina la de Sabinosa. El baile del vivo.

hapalahapa, paloma mía
hapalahapa, que viene el día ...

Día de múltiples mosqueos. Sistema planetario de mosqueos múltiples. El más evidente y cercano, el del vecino Luis, el izquierdista de cartón piedra. El más lejano mosqueo, con una mujer lejana. No le agradó que le dijera que le cantaba una nana.
--A mí ningún extraño me canta una nana --dijo.

Menos mal que no se la canté. No se me ocurrió ninguna. La sintonía la tengo en otra onda. Marco el día de ayer. El encuentro con las dos personas más importantes en mi corazón en la isla de Tenerife.

Puente Serrador
día de Buenaventura ...

*
Hojeo el libro de fray Luis. Al parecer, el Cantar es una historia, en alegoría amorosa, de la liberación de la comunidad judía en Egipto. El Esposo es Yavhé, y la Esposa su gente, su pueblo elegido. Sabía hebreo este fraile. Libro importante.


sábado, 14 de julio de 2018

Marcelino tiene en su casa el Libro de los Oráculos. Yo también hice una pregunta: "¿Encontraré un tesoro?". Respuesta: "Si te dejas llevar por las sombras, vas a perder lo que tienes seguro". Lo que tengo seguro es que tengo ganas de terminar la puta novela. La pienso mucho pero no la resuelvo. Lo que si es una espléndida novela son algunas noches en Ibrahim. Es un bar de hombres y mujeres, todo tipo de hombres y mujeres. La barra son conversaciones, la escalinata son conversaciones. Y las mujeres que a mi me gustan me tratan con cordialidad, y los hombres que a mi me agradan también. Una cordialidad respetuosa. La vecina galante hoy tenía un nuevo peinado. Y Mariol, que no tiene marido, que yo sepa, hoy estaba muy elegante. Tiene conversación fomseca. Me atrae, es hermosura y belleza de cánones griegos. La dama de Ofra es de más edad que Mariol y no es guapa griega sino del país, y ahora viste mejor, trajes para bailar, rasgos guanches... Otras dos, nuevas, desconocidas, en la barra hablaban de boliches. Mala droga. Cuidadito con eso.

Hoy saqué de la Biblioteca, Jubiabá y El cantar de los cantares comentado por Fray Luis de León. "Tus dos tetas son como dos cabritos entre las azucenas". "Bésame con los besos de tu boca"... Todo esto comentado por fray Luis.
El crítico Martín me metió curiosidad por esta obra.
Los dos ejemplares tengo que devolverlos a final de mes. Lo primero que dice el personaje Jubiabá, padre santo en una fabela de Río (el personaje principal es el negro Balduino, boxeador y mujeriego):
"-- Es malo cerrar el ojo de piedad... trae desgracias.

Me acompaña también por las noches en la mesita un Quijote, una vieja edición de Aguilar (se lo cambié en mi juventud a don Ricardo, pastor protestante, por otro libro que no recuerdo). Marieta, del Club de Lectura, presume de tener la edición de Francisco Rico. Me acuerdo de Martín, de una crítica que hizo a esa edición. Puso a Rico como un zapato sin betún. Yo no la conozco, la edición de Rico, pero había leído en un periódico varias de las correcciones que le hizo al moro Bengalí, autor del Quijote, fatales, y simpaticé con Martín.
 Leo todas las semanas los blogs de José Luis García Martín, el de crítica y el diario. Me he enganchado. Al principio lo leía porque este amigo inspiró un personaje secundario, pero importante, en la novela de marras. Todas las semanas me digo "a ver qué frase le copio para que se sepa que es él". Aún no le he birlado ninguna. Bastaría cuando habla de la posteridad, que es con cierta frecuencia; su deseo de pasar a la posteridad.
Ahora que tengo el libro de Jorge Amado, podría disfrazarlo --Martín también es un gurú, a su manera-- de Jubiabá.
Su función --la del personaje, mejor dicho-- en la obra en ciernes es la misma que la del cinabrio en la alquimia. Una parte que vale poco, pero es imprescindible para que ocurra la transformación.

*
Ayer en la calle, bajando por Enrique de Anaga, encontré un naipe boca arriba: el tres de diamantes. A la puerta del número 20. A la sombra de un ficus. Suelo recoger algunas cosas tiradas en la calle (sillones, muebles y objetos grandes no, sino pequeños, de bolsillo) e irlas incorporando a los cuadros que ya tengo. Cogen volumen.



viernes, 13 de julio de 2018


Jueves de junio

Bueno, dejo atrás poemas viejos para que no se pierdan (y no sé si es mejor que se pierdan) y seguimos con el presente.
Nunca he visto a Ibrahim más alterado que esta mañana. Alterado de verdad, fuera de quicio, en bronca con Eloísa, también alterada y enfadada. Enfadados los dos. Y todo empezó por una manzana. No quiero contarlo. Nada que ver con ayer por la mañana: Esteban me habló de perros, avispas y hurones. Y me enseñó las fotos. La de los perros. Le había yo preguntado qué raza eran.
--Podencos.
--Ah, ¿esos que son flacos?
--¡Cómo que flacos, jesús? ¡Mis perros están gordos!
Y volvió a contarme cómo les cortaba la carne de la comida y se acercaban las avispas, y una vez dejo carne en una bolsa mal cerrada y cuando la abrió para darle de comer a los perros, salieron a bandadas las avispas.

Un post en fb de Belén Valiente, me hizo pensar sobre el tiempo. Sobre la relación del tiempo y el dinero. La conclusión sería: malgastas el tiempo cuando malgastas el dinero. Malgastas el dinero cuando malgastas las palabras, etc. En fin, reflexiones en el laberinto.

--Son perros flacos de raza, Esteban --yo mirando las fotos.
--Flacos no que están gordos...
--Coño, que no son perros de presa...
--Pero no están flacos.
Ni él tampoco, y muy elegante con traje blanco, con Marcos, dos caballeros los dos, de lujo, en otra foto.
--Y ésta?
--No, esta es mi mujer.

Muy guapa.

Bueno, en cuanto a Eloísa, vive sola, peso de años encima; dice C que el hijo se lleva el dinero de su pensión, le paga lo necesario y se queda con lo demás. Y hasta en Navidad la deja cenando sola, y él con sus viajes... C no pone guapo al hijo de Eloísa.
Esteban es quien la anima por la mañana. Las conversaciones picantes entres ellos dos parecen de una película de Passolini. Tengo que sugerirle a Esteban y Marcos que un día me lleven de cacería, por ese barranco para arriba, con los perros y los hurones. Cuando uno se siente liebre, hay que aprender cómo nos cazan.

ay que me estoy muriendo
ay que me muero, madre
ay que me estoy muriendo
porque no me quiere nadie

la vida es un cuento triste
la vida es un cuento amargo
la vida es un cuento viejo
la vida es un cuento largo

ya no veo a quien yo quiero
entre las flores del campo
ni en los frutos de la huerta
ni en subiendo a lo más alto

Coplas ocurrentes para salir a la calle y alegrar el camino. A la altura del puente Galcerán encuentro a Marcelino. En la calle del Castillo, en una terraza, tomamos unas cañas. Nos entretenemos oyendo las conversaciones de las mesas alrededor.
--Esto parece un capítulo del Ulises --dice Marcelino.

En fb, Nguyen escribe que la prosa es realidad y la poesía es sueño. No puedo copiar literalmente. Su muro resurgió, estuvo unos días en la luz, y ha vuelto a desaparecer.


miércoles, 11 de julio de 2018

--Vuelva dentro de una hora que están arreglando las máquinas.
Los cajeros del banco.
--Yo no puedo hacer tres cosas a la vez --le dice la que atiende (la palabra "cajera" no me encaja en el gusto). A un joven paisano que está de buen humor.
--Eres mujer, así que sabrás hacer tres cosas a la vez --dice él.
--Soy mujer pero tengo neuronas masculinas --dice ella.
Yo me retiro y subo caminando a Ibrahim. Desayuno. Hojeo el periódico. Tal escribe de uno que se puso enfermo en un avión; los médicos en Tenerife habían hecho un mal diagnóstico. Suelen decir que sólo un profesional sabe de su materia. Pero cómo te toque un mal profesional. Mi caso por ejemplo. Dos médicos me diagnosticaron mal. Me jodieron. Esta vez en vez de joder yo, me jodieron a mí.
Subo al carrito. Llamo a K.
--Estate ahí, espera un ratito.
No le pregunto cuánto es un ratito. Bajo al banco. Me atiende otra dependienta. Me cae atractiva, me recuerda a la ex ministra Santamaría. Le tengo simpatía. No la veo yendo a los prostíbulos a gastar el dinero del populacho ni a hartarse de cocaína a cuenta del contribuyente. Las malas lenguas dicen que tuvo un pequeño romance con Junqueras, preso ahora en espera de juicio.
Santamaría me ayuda divinamente a resolver los pagos en el cajero.
Subo al carrito. Pasó el ratito.

Ya por la mañana encontré unos papeles viejos, de cuando todavía existía la máquina de escribir. Copio --evito corregir-- esos textos. Son de la década de los ochenta.

Beyond the shadow of the ship,
I watched the water-snakes:
They moved in tracks of shining white,
And when they reared, the esfish light
Fell off in hoary flakes.

Llegó al final del mundo
y nadie conoció la paz
nadie supo estar con una mujer
en aquel país maldito de los dioses

Aganón

Aganón fue un hombre
que vertía terciopelos claros
y era piedra del desierto

El alma de Aganón moría en el tiempo de Ramadán
Y Aganón
el ilustre comerciante
se detenía a orar
en la ermita
día tras larga noche
y bebía el agua de una lluvia
de aislamientos

El alma errante buscaba el camino de la luz
en los helados secretos de la piedra modular
Cerca de la Meca se detuvo en el umbral de la ermita
en que Aganón inventaba sus plegarias
*
(El texto en inglés no sé de quién es. Y no sé lo que dice. No sé inglés. // "piedra modular" tampoco sé qué puede ser. Me suena mejor "piedra medular". Y hoy: "piedra negra". El texto no se ha corrompido, sigue vigente. Tal vez más vigente hoy que cuando lo escribí.)

***

En humedades silenciosas se deshacen
los granos de maíz del huerto
Los duendes del bosque arrastran
largos zancos en las piernas
La noche en tierra se anuda
el cordón de los zapatos
La niña arriba duerme ya
por algún tiempo
A quién contaré yo mis quejas
si no es a vos

(Este si que lo veo más de ahora mismo. Lo de anudarse el cordón... está en una escena de La cantante calva. El otro día en el ensayo, "mi mujer" me riñó porque no decía las frases como están en el papel, porque si las digo cambiadas la descontrolo a ella y... bueno, a ver cómo la convenzo de que en la obra ella (la señora S) tiene que tratarme tan mal como me trata cuando interrumpe el ensayo para reñirme.)

***

El agua de la lluvia riega
la madera del finado
Hoy te vas pronto solo y mudo
a las máquinas de pin-ball
Estratagema del triángulo
resucita
Saborea de nuevo los labios frescos de la aurora
Deserta de ser el poeta
de los desagües rotos en la última ciudad
deshabitada.

***



Otoño, dolor
de rosas en la estrella sobre el alba
Mar azul oscuro en una mañana de muerte
dos solitarios borrachos de sed
se mezclan con alas de palomas
y legañas de perros que despiertan
a la ciudad
Como cometas antiguas
en un cielo invisible
donde Baco
bebe su infinita copa de Sol
Neptuno con el 5 de oros
se hace dueño de la mesa
Celeste
dolor, dolor de tiempos y de recuerdos
Los solitarios cruzan la mirada
y la despachan al mar
en su eterno imposible
de cristal, sonido de piedras finas
y el diente sobre la sed
de mármol

(En este me cuesta saber hoy por dónde iban los tiros. No sé que pinta Baco ni Neptuno ni qué jugada era esa... Bueno: me acuerdo ahora de viejos tiempos, de una jugada al envite, en Tacoronte, que entramos allí, a una antigua bodega, un grupo de amigos y salimos dos grupos de enemigos. Quienes nos habíamos unidos nos fuimos desbandando, fue el fin de una época. Esto lo tengo en una de las novelas, pero no me había dado cuenta de la conexión entre el ocaso de una época y esa partida de cartas.)

***

Este es el día del pájaro sin alas
que se levanta a mediodía
en un jardín de hierro

Pienso con esfuerzo
y ahorco el bolígrafo en la gran cabecera
para sacarme el silencio
La muerte viene cantando
con un paño negro
Respiro fuerte
mil caballos que vuelan
por los pasadizos de Bagdad

No es preciso justificar nuestra locura
Espera en la playa
sentado en la arena y en la primera burbuja

Al final no entiendo nada
La línea sigue viviendo en la pared
Ya es suficiente por hoy.

***

El alma siente, la boca dice
De darle nombre a las cosas las perdemos
Nada es único bajo el cielo,
odiamos con la misma celeridad que amamos,
con la misma apostura que canta el pájaro
se arrastra el gusano negro

Fue designio de los dioses que así fuera.
Acatemos pues, hermanos,
la voluntad de lo inevitable.
De darle nombre a las cosas las perdemos.


martes, 10 de julio de 2018

primero hay que dedicarse al amor y después a la ambición (lo dice Pascal). Añado que una vez pasadas las dos etapas anteriores, el amor y la ambición, hayas tenido éxito o no, la tercera es buscar un precipicio o una cuerda y un árbol. Y que no te localice nadie hasta que no queden de ti ni los huesos. Y si puede ser, no dejes ninguna huella detrás. Ni escribir un libro, ni plantar nada ni pingas en vinagre.
No elogies ni insultes. Nadie merece la verdad (el insulto) ni que lo ates a una virtud que seguramente es pasajera (el elogio).
Por lo demás, puedes hacer lo que te dé la gana. Y si te pasan a cobrar lo que has hecho, jódete.

Me han dicho que soy perjudicial para la mujer que más estimo ahora en este mundo (familia aparte). Cómo seré para la que menos estimo. Prefiero no pensarlo.

lunes, 9 de julio de 2018

Amiga del Sur:
Como no me das el correo, te escribo por aquí, donde sé que hay más lectores. Así que tiene que ser una carta pública, con los requerimientos que eso requiere. No  revelar secretos. Aunque lo bueno sería revelarlos y que se enterara todo el mundo. Además, tú y yo no tenemos nada que esconder a este dichoso mundo. Ahora me tienta hablar de un relato que pusiste en fb. Me recordó un cuadro de Duchamp. El título es cosa nuestra, a nadie le interesa. Otra cosa que publicaste y sí puedo yo contar es el relato de cómo, de una inmensa biblioteca, te quedaste con diez libros. Dejaste con la curiosidad de conocer sus títulos.
El miércoles en el club de lectura vamos a hablar del libro que tenemos entre manos. (Ay, cuántas novelitas se podrían hacer con textos de fb: tuyos y de otros autores. Irse uno a un lugar retirado del mundo, y ver el mundo en la pantalla una hora al día, y hacer un puzzle con esos textos. No es fácil. Pero es sencillo.) Es curioso de la sencilla manera que unos estamos pegados a otros, a veces en confrontación, y otras, menos mal, en enriquecedora simbiosis.
Y perdona la rimbombancia.
Te voy a hablar de la novelita, la tengo arriba. La voy a buscar...
Es de Helene Hanff (primera vez que oigo a esta autora). La novela, epistolar, sucede en los años 50-60. La autora, que vive en Nueva York, pide libros por correo a una librería de segunda mano de Londres. Establecen amistad ella y el librero, especialmente (hay otras cartas de otras personas, pero menos) y hablan de libros y de las cosas de la vida de cada uno. Un amor platónico. Nunca se llegan a ver en persona. Me hubiera gustado haber subrayado alguna frase (cosa que no agradaría a Helene, ni a la jefa del Club de Lectura). Así que hojeo y busco al azar:

"Con la llegada de la primavera necesito un libro de poemas de amor. ¡Nada de Keats o Shelley! Envíeme poetas que sepan hablar del amor sin gimotear... Wyatt o Johnson o alguien por el estilo: lo dejo a su criterio. Pero que sea una edición linda y preferiblemente de pequeño formato, para poder metérmelo en los bolsillos de los pantalones y llevármelo a Central Park."

"¿Y A ESTO LO LLAMA USTED UN DIARIO DE PEPYS?
         pues no es un diario de pepys, sino una miserable colección de FRAGMENTOS del diario de pepys, obra de un entrometido editor al que más le vale estar pudriéndose en la tumba.
        me dan ganas de vomitar.
        ¿dónde está lo del 12 de febrero de 1668, cuando su mujer lo sacó de la cama y lo persiguió por el dormitorio con un atizador al rojo vivo?
...
      ahí van dos mugrientos billetes de un dolar; me las arreglaré con esta cosa hasta que me encuentren un auténtico Pepys. DESPUÉS destrozaré este engendro de libro, página a página," ...

"Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre."

Y paro de hojear, Voy a ver si veo al vecino y le devuelvo los libros. Conservar sólo 10 es mi ideal. Me lo recordaste.